Xalapa, Veracruz
A pesar de que apenas en unos días inicia formalmente el proceso electoral del 2013 desde hace algunas semanas se anuncian y se habla de candidatos y coaliciones para Xalapa; como siempre, la ley dice algo y la realidad, otra. Basta mirar a las azoteas para encontrar los anuncios espectaculares de quienes se promueven o son promovidos para un cargo de elección popular. Prácticamente todos los aspirantes o suspirantes aplican el viejo manual: se posicionan con colorcitos, iniciales, fotos de pretextos y, en general, con recursos públicos. Hasta hora dos o tres de los prospectos han hablado de sus propósitos y han intentado, con poco éxito, articular algunas ideas; no pasan de generalidades, de lo tradicional y, si acaso, de una muestra de voluntarismo. Opino:
El problema principal, la clave, de Xalapa es de carácter político, tanto por su sistema de gobierno, como por la falta de voluntad de ese nivel para resolver los demás problemas. Xalapa está regida por un sistema clientelar en muchos sentidos y en muchos ámbitos, que pervierte la función publica y coloca los intereses de grupo por encima del interés general; para ilustrar esa realidad podemos hablar del transporte publico, de la limpia, de los parques, de las cantinas , de las áreas verdes, etc. Tenemos autoridades dependientes de una pirámide estatal, con facultades disminuidas hasta parecer una especie de regencia y con poca voluntad política para encarar nuestros problemas; casi todos los presidentes municipales que hemos tenido han privilegiado su carrera política sobre el cumplimiento de su deber. Por eso hablo de que se necesita voluntad política de las autoridades y buena voluntad de los ciudadanos; lo que no nos ayuda es el simple voluntarismo, del estilo de las personas que piensan que van a resolver algún problema simplemente por que lo dicen ellas. En todo caso, para cambiar, hay que concluir que ese sistema ya no da para más, que debe ser sustituido por un conjunto de reglas que garanticen derechos pero también den obligaciones.
De cara a la elección municipal del año próximo en Xalapa, de las estrategias electorales que se pueden vislumbrar la única clara es la oficial: decidir desde ahora su candidatura para prepararla y reforzarla con todos sus recursos, dividir a la oposición e inflar candidaturas que le puedan servir de comparsas, control informativo respecto a los temas más relevantes de nuestro municipio y estrategia nítida para no soltar el gobierno municipal. De lado de la oposición no quedan claras sus posturas, sobresalen los conflictos de un lado y la sopa de nombres del otro. Independientemente de los intereses y los cálculos electorales de las fuerzas políticas se debe exigir desde la ciudadanía que se coloquen en el debate público los principales problemas de nuestra ciudad, así como las propuestas de soluciones. Xalapa, requiere un proyecto propio, con identidad, por encima de la politiquería y los negocios; desde la integración de las planillas que van ha formar el cabildo debe buscarse calidad y representación, que no pase lo que actualmente sucede en el cabildo xalapeño, que esta integrado, en su mayoría, por burócratas y personas desconocidas. Xalapa requiere un gobierno fuerte por lo representativo, por sus cualidades y su autoridad. Este es un buen momento para hablar en serio de nuestros problemas y para hacer sobresalir nuestras fortalezas. Somos los xalapeños, de origen y adopción, los que tenemos que tomar las riendas de nuestro presente y futuro. Reivindiquemos a nuestro municipio y garanticemos para todos un buen nivel de calidad de vida. La clave esta en tener buena voluntad ciudadana y voluntad política de las autoridades.
Recadito: pronto realizaremos en Xalapa un foro sobre ciudades patrimonio de México
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