Elsa de León A.
Por lo que se lee y se escucha, este año 2015 pinta demasiado feo en cuestiones de economía.
Veo con angustia a personas que están buscando trabajo y a personas que lo han perdido. ¿Qué destino les espera?
Recuerdo que a finales del año pasado, nuestro flamante secretario de Hacienda Luis Videgaray nos informaba de un seguro que había adquirido el Gobierno de la República para poder mantener durante 2015 el precio del barril de petróleo a 70 dólares (más-menos).
En ese momento pensé: cómo, ¿o sea que bajará más el precio? ¡Claro! Se estaban amarrando el dedo, ya que el precio del barril venía a la baja. Son muchos los factores, entre ellos el acaparamiento del producto de ciertos países.
Pero bueno, no he sabido más nada de ese seguro. Mi pregunta es: si teníamos los mexicanos asegurado el precio del barril a más-menos 70 dólares durante todo 2015, ¿por qué al principio de este año, el mismo Luis Videgaray anuncia un recorte al presupuesto federal de 124,300 millones de pesos, y afecta a Pemex y a CFE, y todas las secretarías se quedarían sin 52 mil millones de pesos?
“Estamos anticipándonos a un problema, no porque lo tengamos, sino para evitar que el entorno internacional se traduzca en una afectación para la estabilidad de la economía familiar”, manifestó Videgaray.
Ésas fueron sus declaraciones, publicadas en todos los medios nacionales, en medios electrónicos y todos nos quedamos con la boca abierta.
¿Y las personas que se han quedado sin trabajo no son una afectación para la estabilidad de la economía familiar? ¿Y las que van a ser despedidas, tampoco? ¿Qué es para el señor Videgaray un problema de afectación para la estabilidad de la economía familiar?
Hace poco tuve la oportunidad de hacerle una pregunta al delegado en Veracruz de la Secretaría de Economía, José Antonio Mansur, y le cuestioné el estatus del famoso seguro que compraron para estabilizar el precio del petróleo. Nunca me contestó. Eso sí, fue muy amable.
Una cuestión me llamó la atención, que en una reunión ante empresarios de Xalapa, entre otras cosas dijo que somos los ciudadanos quienes debemos marcar la ruta para que los créditos fluyan; que somos nosotros quienes debemos llevar nuestros proyectos de crecimiento para que la Secretaría de Economía nos proporcione los recursos, y logremos poner nuestra propia empresa y podamos dar empleo a quien lo necesite.
Somos los ciudadanos, según Pepe Toño, como lo llaman sus cercanos, quienes debemos colaborar con el Estado para crear los empleos que son necesarios y acabar con el desempleo.
En algo estoy de acuerdo con él, que el Gobierno sólo no puede resolver toda la problemática que tiene encima.
Pero lo que sí entiendo es que es el Estado el que debería decirnos cómo está la situación verdaderamente. Es el Estado el que debe crear políticas públicas para resolver los problemas de la ciudadanía. Es el Estado el que debe decirnos, ya que es el Estado el que sabe y tiene las cifras de cómo podemos detonar la economía de nuestra regiones y de nuestro país.
Es el Estado el que debe orientarnos y sobre todo tomar el liderazgo con planes concretos y a largo plazo. Proponer qué debemos hacer los mexicanos para no seguir cayendo en estas recurrentes crisis que nos tienen con más de la mitad de los mexicanos hundidos en la pobreza y, ahora, casi muriéndose de hambre.
Cuáles son sus propuestas para paliar la pobreza y sobre todo la desconfianza que ahora tenemos los mexicanos en el Gobierno. Y cuáles son sus posibles soluciones, porque para eso fue que los elegimos. Queremos soluciones. No medidas paliativas que en nada ayudan… mientras el secretario Videgaray siga viviendo en su casita que compró a crédito.
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