Rogelio Hernández López
Miradas de Reportero
Las y los reporteros de política de México tendrán que reponer entre sus fuentes permanentes de información al clero en este tiempo electoral.
Como no lo había hecho en los casi cinco años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la cúpula de la iglesia católica decidió convocar a sus feligreses a las movilizaciones y hasta quema de libros de texto gratuito que organiza su adherente Frente Nacional por la Familia (FNF), vinculado al Partido Acción Nacional.
El contexto de esta y otras posiciones políticas del clero muestra que quiere revertir la pérdida del 20 por ciento de sus fieles y el deterioro de sus vínculos con buena parte de sus creyentes pese a que el 80 por ciento de ellos desaprueba que participe en política electoral.
Pérdida
Aunque la mayoría de la población mexicana sigue reconociéndose de religión católica, en 2016 esta iglesia seguía perdiendo creyentes en forma sostenida y aumentaba el deterioro de sus vínculos con ellos, como lo confirmó ese año la Encuesta Nacional sobre Creencias y Prácticas Religiosas en México. http://asociacionesreligiosas.gob.mx/work/models/AsociacionesReligiosas/pdf/Varios/ENCREER.pdf
Aquella encuesta mostró cuatro tendencias: “Decrecimiento de la población católica; Crecimiento de denominaciones cristianas evangélicas y bíblicas y Crecimiento de personas “sin religión”. Y un desdibujamiento de su perfil por disentir con posiciones excesivamente conservadoras.
Esas tendencias se han ido pronunciando desde 1950, cuando la población que se reconocía como católica era del 98.2 por ciento del total nacional pero fue disminuyendo en forma sostenida.
Así para el año 2020 esta proporción había disminuido al 77,8 por ciento del total de la población. Es decir perdió el 20 por ciento de su feligresía, equivalente a unos 19 millones de personas.
En contraparte, para ese 2020 los seguidores de las iglesias cristiana (Protestantismo) ya significaban el 11.2 por ciento de la población, y quienes se dijeron sin religión y no creyentes alcanzaron casi el 10 por ciento del total, siempre con datos del INEGI, así como los trabajos sobre el Panorama de las Religiones en México de la Secretaría de Gobernación. (ver cuadro).
Desdibujamiento
En la Encuesta Nacional sobre Creencias y Prácticas Religiosas en México se confirma también que siguió la tendencia de deterioro de los vínculos de la iglesia católica con sus fieles y la modificación del perfil de los católicos:
“Los católicos cada vez se apartan más de la normatividad institucional, prefiriendo identificarse como católicos “por tradición” y “a su manera”.
“Los católicos “por tradición” se manifiestan a la vez ritualistas e incluyentes de otras matrices religiosas y crecientemente autónomos en sus posicionamientos respecto a las orientaciones de la jerarquía eclesiástica.
“Los que más se identifican como “creyentes a mi manera”, tienden a la disidencia con respecto a los posicionamientos conservadores de su jerarquía en temas de educación sexual y de género en las escuelas, aborto o matrimonios del mismo sexo.”
La Encuesta muestra otros indicios del alejamiento popular a las posiciones políticas del clero.
Tres de cada cuatro creyentes se oponen a que las religiones participen abiertamente en política electoral; 80 por ciento en contra de que se usen símbolos religiosos para lo electoral. En cambio, casi el 80 por ciento acepta que se enseñe sexualidad en las escuelas públicas y que los libros escolares tengan contenidos de géneros sexuales. (Ver cuadro)
Y aun así
No obstante este contexto de pérdida y alejamiento de la feligresía por las posiciones de la curia, el Episcopado optó por, otra vez, disentir públicamente del gobierno federal, como lo hizo en noviembre de 2022 con el llamado Plan B electoral, ahora más disimuladamente pero apoyando los llamados que han hecho el PAN y la confederación de grupos vinculados a la iglesia católica del Frente Nacional por la Familia que siguen convocando a movilizaciones contra los libros de texto gratuitos en al menos 6 ciudades para el 20 de agosto y hasta quema masiva el 10 de septiembre en el Zócalo de la Ciudad de México.
Las constancias de ello se encuentran desde el 28 de mayo en la revista digital Desde la Fe (sitio oficial del Episcopado) y hasta el 15 de agosto en varios medios periodísticos:
Mayo 28. Israel Sánchez Martínez, encargado del despacho de la Presidencia de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), fue entrevistado para la revista Desde la Fe y declaró, desde entonces su animadversión a los libros de la Secretaría de Educación Pública que todavía no se conocían; “no deben imprimirse y distribuirse los libros de texto gratuitos para primaria y secundarias” y expuso seis razones. https://desdelafe.mx/familia/razones-libros-texto-gratuitos/
Agosto 1. La Conferencia del Episcopado Mexicano emitió un pronunciamiento oficial y virtualmente demandó que se suspendiera la distribución de los libros: “La gestión educativa exige respetar la legalidad e involucrar fuertemente a la sociedad, a los académicos, a los sindicatos, a las organizaciones de padres de familia, entre otras. Las decisiones educativas, por lo general conllevan múltiples implicaciones humanas, culturales, sociales, políticas, históricas, éticas, científicas y cívicas”. https://desdelafe.mx/noticias/iglesia-en-mexico/obispos-mexico-sobre-nuevos-libros-texto/
Agosto 2. El presidente de Acción Nacional (PAN) tomó la bandera y dio línea a los organismos civiles vinculados a la iglesia católica: Este es “un llamado a los padres de familia, es a que si les dan estos libros de texto, ya sea que los destruyan en su totalidad o que las hojas o partes que no coincidan con la educación de sus hijos simplemente sean retiradas”,
Agosto 4. Mario Ángel Flores Ramos, exrector de la Universidad Pontificia de México y director del Observatorio Nacional de la Conferencia del Episcopado Mexicano se radicalizó más. Dijo: “El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha entregado el control de la educación en México a un grupo de marxistas (…) esto es irresponsable porque que la educación es un asunto delicado y trascendental para la sociedad”.
Agosto 6. Rafael Loera Vázquez, presidente del Frente Nacional por la Familia en Baja California Sur, convocó a los padres de familia a que “en el primer día de clases, protesten por los contenidos de los libros de texto y no solo eso, sino también los quemen, los tiren o los destruyan”.
Agosto 13. Tres diarios reportan que el Obispado de Aguascalientes emitió un memorándum a sus sacerdotes para que convoquen a su feligresía a una marcha en contra de los nuevos libros de texto el 20 de agosto. Días después el vocero de esa Diócesis, Rogelio Pedroza, precisó que la iglesia como tal no marcharía pero confesó: “estamos colaborando con la difusión”.
Agosto 15. Hiram Pérez Carrillo, integrante del Frente Nacional por la Familia de Quintana Roo, anunció que planean prenderles fuego a los libros de texto en cada una de las plazas públicas de los diferentes municipios, un día después de que los ejemplares sean entregados.
Agosto 15. El cardenal y arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles, insiste públicamente en que los libros de la SEP son “ adoctrinamiento ideológico”.
En redes sociales circula la convocatoria para una “gran quema de libros de texto 2023-2024 de educación básica, el 10 de septiembre de este año, en el Zócalo de la Ciudad de México”.
El FNF
Las investigadoras de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Blanca Imelda Pedroza Gallegos, María Eugenia Patiño López y Pilar Velázquez Lacoste, son autoras de una investigación difundida en septiembre de 2021 sobre el origen y filiaciones del Frente Nacional por la Familia (FNF) en México.
Aseguran que aunque no es propiamente un movimiento religioso si son parte “del movimiento conservador en América Latina, que utiliza los mecanismos del juego democrático para movilizar posiciones alineadas a la de las iglesias católica y cristianas, pero desde un activismo civil o laico…
“Pero no solo se trata de personas que guardan afinidad y relaciones con la organización ultrasecreta El Yunque o son militantes del Partido Acción Nacional (PAN), también pueden ostentar una gran base simpatizante. La identidad y militancia religiosa de buena parte de sus partidarios, sus vínculos con jerarcas y líderes de las iglesias católica y evangélica y, especialmente, la afinidad de sus posturas con la doctrina de estas iglesias permite afirmar que se trata de un actor social con fundamento religioso.
“ (…) el objetivo principal del FNF es incidir en las leyes y en las políticas públicas, en la educación impartida por el Estado e incluso pretende incidir en la propia Constitución a través del cabildeo que practica con bastante éxito entre candidatos y servidores públicos en puestos de elección a los que invita a aliarse y a apoyar en una serie de temas que les son prioritarios, contribuyendo con tales acciones a un retroceso en el proceso democrático”.
https://www.revistaculturayreligion.cl/index.php/revistaculturayreligion/article/view/1036/715
Pocas personas pueden refutar el entreveramiento de militancias en el Partido Acción Nacional, en el Frente Nacional por la Familia, en el yunque y otros organismos similares del conservadurismo y, de todos ellos, con sectores de la iglesia católica, específicamente con el Episcopado Mexicano. Los libros gratuitos para primaria y secundaria les dieron una justificación para movilizarse y encontrarán otras con su aspiración de recuperar los seguidores perdidos.