Sin tacto
Por Sergio González Levet
Con un tremendo bailongo nocturno en el Nido de los Halcones de la USBI xalapeña, las autoridades, los alumnos y los ex alumnos de la Facultad de Letras de la Universidad Veracruzana celebramos este viernes 7 los 60 años de vida de esta querida escuela, que tantos dones ha dado a la cultura veracruzana y nacional.
La doctora Guadalupe Flores Grajales, la actual y una de las mejores directoras que ha tenido la escuela, se multiplicó durante los últimos meses y con un soliviantado equipo de colaboradores entusiasmados por la fiesta, logró organizar esta celebración de la mejor forma posible, en la que estuvieron gozando y recordando muchos de los que pasaron por las aulas de la Facultad en los mejores momentos de su juventud.
Las autoridades de la UV entendieron la importancia de este festejo, y apoyaron firmemente a la celebración. Por eso, los venerables investigadores, los respetados catedráticos, los serios escritores, los aviesos editores y los adustos críticos literarios pudieron darle gusto al cuerpo y al oído con los mejores conjuntos musicales de nuestra casa de estudios.
60 años… toda una vida, toda una historia. Por la Facultad de Letras han pasado maestros inolvidables, nombres literarios muy fuertes. Véase nomás la lista de los directores que ha tenido:
Dr. Fernando Salmerón, Dr. José Pascual Buxó, Mtro. Othón Arróniz, Mtro. Carlos Manuel Vargas, Mtro. Octavio Castro, Mtra. Mary Christen, Mtro. César Rodríguez Chicharro, Mtro. Librado Basilio, Mtro. Luis Mario Schneider, Mtro. Mario Muñoz, Mtro. Publio Octavio Romero, Mtra. Ana María Mora Palacios, Mtro. José Luis Martínez Suárez, Mtra. Mercedes Lozano Ortega, Mtra. Nidia Vincent Ortega, Mtra. Monserrat Zúñiga Zárate y la Dra. Guadalupe Flores Grajales.
Y recuerdo en mi beneficio de alumno ávido a grandes hombres de letras con los que me fue dado acercarme a los recovecos de nuestra lengua y al misterio siempre renovado de la creación literaria: Manuel Sol Tlachi, Alberto Espejo, Guadalupe Escobar, Marianela Páez, Lucio Vittorio Sampieri.
En especial, mi afecto y mi reconocimiento eterno a Jorge Ruffinelli (“por él supe todo cuanto supe”) y a Renato Prada Oropeza (que en paz descansa), mis dos añorados mentores y amigos.
Y mis condiscípulos de siempre: Ángel José Fernández, Guadalupe Flores, Efrén Ortiz Domínguez, Valentina Pabello Olmos, Miguel Ángel Pérez y Cuevas, Angélica Prieto Insunza, Andrea Leticia Ramírez Campos, Arturo Reyes Isidoro…
O mis compañeros del Centro de Investigaciones Literarias: Alfredo Pavón, Antonio Pino Méndez, Luis Arturo Ramos, Sixto Rodríguez.
Nombres, nombres, más nombres: Rafael Antúnez, Juan José Barrientos, Nina Crangle, Omar González, Ingrid Itzel González Lira, Esther Hernández Palacios, José Homero, Ángeles Lira Lara, José Luis Martínez Morales, José Luis Martínez Suárez, Ricardo Perry, Irving Ramírez.
Hay una singularidad que se explica por la falta de una facultad de comunicación de la UV en Xalapa: muchos egresados de Letras se han dedicado al ejercicio del periodismo, y menciono a Sonia García, Salvador Muñoz, Ángel Martínez Armengol, Armando Ortiz, José Ortiz Medina, Arturo Reyes Isidoro…
Muchos nombres se me han quedado en un doblez de la memoria, lo sé. He mencionado apenas a una mínima parte de la comunidad literaria que en Xalapa es imponente.
Muchos de ellos nos saludamos esta noche gloriosa (agrupados por generaciones y/o por degeneraciones, según el seriesísimo doctor Efrén Ortiz) y recordamos aquellos buenos viejos tiempos en que se nos dio acercarnos al arcano insondable y donde aprendimos a amar a la literatura como una vocación y un modo de vida.
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