viernes, 18 de septiembre de 2015

Expertos de la OEA evaluarán agresiones a periodistas en México

Miradas de reportero
Rogelio Hernández López

Cuando se encontraba en lo álgido la burbuja mediática de condena generalizada al tipo de investigaciones del gobierno mexicano por la desaparición de 42 normalistas de Ayotzinapa, algunos nos enteramos que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, preparaba otra misión de expertos para que realicen otra “visita in loco”, del 28 de septiembre al 3 de octubre, para examinar la situación de la libertad de expresión en México y la violencia contra periodistas. Este es otro de los problemas nacionales que el gobierno de Enrique Peña Nieto atiende insuficientemente.
A las y los colegas periodistas interesados en la defensa de su profesión les reporto los datos duros más recientes y los de contexto de esta otra inspección de las instancias especializadas de la Organización de los Estados Americanos, OEA. Quizá, esta visita sirvan para sensibilizar más este fenómeno y se atienda al nivel de importancia que tiene.
LA REUNIÓN PREVIA DE LA OEA
Desde los primeros días de septiembre, Iván Báez, Ejecutivo jurídico de la oficina en México y centroamérica de Article 19, invitó a una reunión de organizaciones civiles mexicanas dedicadas a la defensa de la libertad de expresión con el nuevo titular de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA, el uruguayo Édison Lanza. Tal encuentro se realizaría el  miércoles 9 de septiembre a las 4 de la tarde, en preparación de la visita oficial que se realizará entre el 28 de septiembre y 3 de octubre de este año.
Tal reunión preparatoria se realizó como estaba programada. Allí, Edison Lanza, quien sustituyó en la responsabilidad a Catalina Botero en la Relatoría, explicó que había llegado a México a una reunión de corte académico, invitado por el Sindicato Único de Trabajadores de la UNAM, pero que aprovechaba para preparar algunos contactos y reflexiones para la “visita in loco” que haría en unas semanas más.
Les explicó que según Bertha Santoscoy (especialista en derechos humanos de la CIDH) las visitas “in loco constituyen el método más utilizado por organismos internacionales como la OEA, la ONU y la OIT, entre otros, para observar los estándares nacionales de protección de los derechos humanos” en los países miembros… pero que “estas visitas generan ciertas dificultades porque los Estados no siempre están dispuestos a aceptar la intervención de estos organismos internacionales”.
En la reunión preparatoria del 9 de septiembre expusimos nuestra visión del tema las y los representantes de las organizaciones siguientes: Irina Vázquez e Gisela y Gisela Martínez de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias, capítulo México(AMARC-MX); Omar Rabago, director ejecutivo del Centro Nacional de Comunicación Social (CENCOS); Mariclaire Acosta, directora para México de la organización internacional Freedom House; Víctor Ruiz Arrazola, corresponsal en México de Reporteros sin Fronteras de Francia (RsF); Rogelio Hernández López, todavía coordinador de protección de la Casa de los Derechos de los Periodistas AC (CDP), Daniela Pastrana, directora ejecutiva de la Red de Periodistas de a Pie; Armando Rodríguez, ejecutivo del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia A. C. (CASEDE); Rosa María Espnisa de Pen-México, filial de Pen Club Internacional (organismo civil de escritores y periodistas); Alán Mayo de la asociación Propuesta Cívica (defensora de los derechos humanos); Fabiola González del Centro de Información de la Mujer CIMAC,(agencia mexicana fundada por la periodista Sara Lovera);  Felipe Romero de la Comisión Mexicana de Derecho Ambiental y el propio convocante, Iván Báez de Artículo 19.
Tras casi tres horas de reunión un resumen posible fue que poco ha cambiado en México en relación con el tema de la libertad de expresión y la violencia contra periodistas desde 2012, cuando ocurrió la anterior “visita in loco” de esta relatoría de la OEA y, que acaso, habría que estar prevenidos de que la versión oficial sería que se atendieron sus recomendaciones. Ellos, los del gobierno federal no reconocerán –se dijo—que a pesar de que sí han tomado medidas, su ineficacia refleja, en “los hechos, un estado “blandengue” que no puede hacer valer la ley ni cumplir con sus programas.
LOS DIAGNÓSTICOS A REVISIÓN
El punto de partida de esta otra “visita in loco” de la Relatoría para la Libertad de Expresión de la CIDH de la OEA serán –y así se anotó—dos diagnósticos y sus recomendaciones: la declaración conjunta del 2012 de las relatorías de Libertad de Expresión de la ONU y de la OEA,  más el Informe Sobre la libertad de expresión y prensa en México que presentaron en 2013 el Centro Jurídico por los Derechos Humanos y la oficina en México de Freedom House, en camino a la sesión 17 del Examen Periódico Universal de la Organización de las Naciones Unidas.
Aparte de que estos informes reflejan los problemas estructurales, se tendrá que denunciar los datos duros más recientes de agresiones a defensores y periodistas y las deficiencias operativas de las instancias del Estado mexicano tanto federales como en cada una de las 32 entidades, que en lo general han hecho poco que resulte para frenar la violencia.
Y junto con esto, que es la expresión coyuntural, la misión de expertos de la CIDH de la OEA tendrá que evaluar si han ocurrido cambios, comparando los dos documentos de diagnóstico referidos. En ellos se muestra, que por lo menos en estos tres años recientes siguen predominando la mayoría de factores estructurales negativos para la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo. Algunos de estos factores son:
• Fortaleza del modelo que propicia la concentración de la propiedad de los medios de comunicación masiva, y con ello del gasto publicitario y de la información;
• Gasto publicitario del sector público arbitrario y sin transparencia;
• Inhibición de fuentes informativas alternas;
• Deficiente acceso a la información de prensa de amplios sectores sociales;
• Los medios y periodistas en los estados están en zozobra constante por la presión política sin control y por el arbitrario manejo del gasto en publicidad, que crónicamente los ubica en los niveles más bajos de las listas de anunciantes.
• Las y los periodistas de localidades pequeñas y medianas laboran como corresponsales o FreeLancer, en su gran mayoría sin contratos de trabajo, ni prestaciones, ni seguros de vida y con pagos, que van desde 150 a 400 pesos por trabajo, condicionados a que sus obras sean divulgadas.
En el ciclo de agresiones que se facilitan por estas y otras causas estructurales, afloran otras debilidades de personas dedicadas al periodismo.
Y lo más nuevo, según estudios de la CDP, es que hay nuevas restricciones legales a la libertad de prensa en cuatro artículos de la Constitución y en al menos 16 leyes secundarias de carácter federal y que en las entidades de la república se han legislado 20 leyes de protección a periodistas pero que en los hechos no se están aplicando. Veremos qué analiza y concluye esta otra visita de expertos de la OEA. Estemos pendientes.

Agresiones a periodistas, impunes

  • Fracaso de Mecanismo de protección
  • El caso de Karlo Reyes

Marco Antonio Aguirre Rodríguez

La agresión contra el fotoperiodista Karlo Reyes evidenció tres situaciones plenamente:
  1. El Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, no ha funcionado hasta ahora
  2. Existe un clima de agresión hacia la prensa de Veracruz y de evidente impunidad
  3. No hay voluntad de investigar los casos a plenitud

Supuestos policías d civil discuten con uniformados
durante la agresión a Karlo Reyes.
El Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, es una herramienta de protección para quienes realizan actividades de este tipo, el cual llamó más la atención después de que el 19 de agosto Enrique Peña Nieto dijo haber instruido para que se fortaleciera."En el ámbito preventivo, he dado instrucciones a la Secretaría de Gobernación (Segob) para seguir fortaleciendo el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas", dijo durante la 33 asamblea de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia.
Esto ocurrió después de que el 15 de agosto más de 400 intelectuales, artistas y periodistas de todo el mundo pidieron al presidente Enrique Peña Nieto resolver el homicidio de Rubén Espinosa y demás agresiones contra periodistas en México (http://goo.gl/TaVTq0 )
La WOLA (Washington Office on Latin America) un mecanismo de derechos humanos, desde principios de este 2015 emitió una fuerte critica a la ineficacia del Mecanismo, el cual se implementó desde el 2012.

Pero el llamado presidencial hasta ahora tampoco ha servido para que sea más eficaz.
Karlo Reyes está suscrito al mismo y después de la agresión sufrida activo el llamado “botón de pánico” que implicaría una respuesta inmediata… pero nadie atendió.
La implementación supuestamente es muy sencilla:
Cuando un periodista o persona defensora enfrenta algún riesgo a consecuencia de su trabajo puede solicitar personalmente o a través de tercero la protección del Mecanismo.
La solicitud la puede hacer de cualquier forma: escrita, verbal, teléfono, correo electrónico.  Correo electrónico: mecanismo@segob.gob.mx Teléfono: 01 800 800 40 50 ó (55) 52 09 88 00 ext. 30863 y al celular: 044 55 45 54 82 37
El llamado a Peña Nieto firmado, entre otros, por personalidades como los cineastas mexicanos Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro, Gael García Bernal , los intelectuales Sergio Aguayo, Paul Auster, Noam Chomsky, o la premio Pulitzer Alejandra Xanic Von Bertrab, hasta ahora no da frutos positivos.
El segundo punto, el clima de agresión a periodistas, es evidente.
Karlo Reyes la noche del 15 de septiembre envío un audio preventivo después de que tuvo un incidente con un elemento de la policía estatal de apellido Ramos, de aproximadamente 30 años, quien le exigió una credencial del medio para el que trabajaba, el cual mostró.
Karlo Reyes responsabilizó a Javier Duarte y a Arturo Bermúdez por lo que le ocurrió, en un video que grabó poco después de la agresión
(https://www.facebook.com/957795480933354/videos/979826602063575/ )
La aversión que los cuerpos policiacos sienten contra los periodistas responde a la actitud que el mismo gobernador Javier Duarte tiene hacia los comunicadores, la que se ha evidenciado en múltiples ocasiones.
Javier Duarte incluso la mañana del 16 de septiembre mencionó que existía un video de la Secretaría de Seguridad Pública donde se mostraba que los policías de Seguridad Pública no lo habían agredido.
Ese video así lo muestra, pero es posterior al ataque, y si evidencia como 10 policías le impidieron el paso a Karlo Reyes cuando regresó al punto de acceso, después de que lo golpearon y lo despojaron de su equipo.
El Colectivo Voz Alterna posteriormente subió otro video donde Karlo Reyes rechaza tener aliento alcohólico, como le dijeron, o estar bajo el consumo de cualquier droga, cuyo consumo rechazó de forma categórica.
Ese mismo colectivo subió fotografías que muestran al mismo Karlo Reyes golpeado, así como el momento en que cerca de 10 personas lo están agrediendo.
Fotografías que fueron proporcionadas posteriormente a éste Colectivo muestran el rostro de algunos de los agresores, así como de otros elementos de algún grupo policiaco con un botón blanco con una imagen de una cobra, que los identificaba, así como también el intercambio de palabras que algunos de estos tuvieron con policías vestidos de uniforme.
El clima de agresión hacia la prensa, y de criminalización hacia Karlo Reyes, se muestra fehacientemente en el boletín emitido por el gobierno del estado de Veracruz, donde apuntan que tenía aliento alcohólico y que las lesiones y el robo se los produjeron en una “riña ciudadana”.
Los exámenes médicos practicados en el Centro de Especialidades Médicas confirmaron que no había ingerido nada de bebidas alcohólicas esa noche.
El tercer punto, la falta de voluntad para investigar las agresiones a periodistas, también quedó evidenciado con las fotografías que el Colectivo publicó, donde se ve la agresión contra Karlo Reyes, a los agresores con los botones blancos y la imagen de una serpiente, y como algunos de ellos incluso hasta están con elementos de la policía estatal vestidos de azul.
Pero el gobierno del estado emitió un boletín donde niega que sus miembros hayan actuado vestidos de civil en algún momento.
Entonces, si los agresores no son miembros de Seguridad Pública, pero hablan con los policías de esta corporación, por lo menos si los conocen y por tanto los policías deben de saber ¿quiénes son?.
Javier Duarte en una entrevista concedida a El Universal afirma que la mayoría de las agresiones contra periodistas las ha realizado la delincuencia organizada, el narco. ¿Estas personas forman parte de la delincuencia organizada?
El gobierno del estado busca inducir hacia una “riña ciudadana”. Entonces, si los agresores sólo eran una banda delincuencial, que son tan descarados como para identificarse con un botón con una serpiente, ¿por qué la policía estatal los dejó circular libremente?, ¿no les resultó sospechoso que varias personas trajeran esa forma de identificación?.
Si no se conocen, si no son parte de la corporación de Seguridad Pública, ¿de qué platicaban?.
Duarte pide que no se acuse a la policía y afirma que se investigará el caso.
¿Lo harán?.
¿La Comisión Estatal de Atención a Periodistas tendrá alguna intervención positiva en este caso?
Como el gran místico del estado que se presume, el señor Duarte quiere que se le crea todo desde el primer momento, pero los terrenales hemos tenido más de una desilusión de su gobierno en todos los ámbitos… y los periodistas sobre todo con las agresiones contra miembros del gremio.