miércoles, 14 de julio de 2010

LOS POLÍTICOS ESPAÑOLES TIENEN VARIOS PROBLEMAS

ALGO MÁS QUE PALABRAS
Víctor Corcoba Herrero/ Escritor

España necesita muchas reformas, cierto, la de los políticos también. Ellos, que concurren a la manifestación de la voluntad popular, deben asumir sus responsabilidades y ocupar la puerta de servicio antes que la puerta del poder. A diario nos sirven en bandeja una retahíla de problemas en lugar de resolverlos. En ocasiones, el político por si mismo ya es el problema. Le señalan y no abandona el sillón hasta que no recae condena explicita. Para muchos es su medio de vida. Jamás han trabajado en otra cosa. Por ello, el interés de su bolsillo es antes que el interés del Estado, y, a veces, están más enfrascados en proteger la seguridad de su puesto de poder que en asegurar progreso social para todos. El político decente lo dejaría al primer síntoma de sospecha.
Otra de las contrariedades es la mediocridad política, lo mejor que harían algunos es no despegar los labios. En lugar de buscar soluciones generan contiendas inútiles, absurdas, sectarias, o sea, una riada de problemas innecesarios. Como aquellos que ponen en entredicho la unidad de la nación española o la lengua de Cervantes, que tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla todos los españoles, o la independencia del poder judicial, que no debe admitir intromisión política alguna. El político honesto se apartaría de ser un ciudadano de partido y sería un ciudadano de Estado, con altura de miras, un señor libre que piensa más en las próximas generaciones que en las próximas elecciones, que respeta y cuida la división de poderes de Montesquieu.
Los políticos españoles, muchos de los cuales han ocultado la crisis porque ellos ni la han tenido, ni la tienen, ni la tendrán jamás, piden ahora esfuerzos colectivos, en parte para pagar la cuenta de sus derroches. El gasto público nos desborda. El político honrado tomaría el esfuerzo como deber primero, y con voluntad de Estado sobre todo lo demás, se afanaría en priorizar los verdaderos problemas que afectan a la ciudadanía y trataría de resolverlos, propiciando consensos y uniones, sólo así todos unidos se puede reducir el desempleo, avivar la promoción de la inclusión social y luchar contra la pobreza que cada día es más creciente en España.
corcoba@telefonica.net

Aprovechadores públicos, a trabajar…

TIERRA DE BABEL
Jorge Arturo Rodríguez

Terminó la euforia futbolística mundial: España, campeón. Pero aquí en Veracruz el descontento electoral continúa y, dicen, aún está por definirse al ganador. Mientras, ojalá me dejen descansar un poco de tanta idiotez mediática, al menos eso espero, pero quién sabe, porque tal parece que seguirán con sus desmadres de pleitos postelectorales. Ni modo, a seguir chutándome declaraciones y riñas que como los perros, no más se ladran pero no se muerden, además, bien es sabido que perro no come perro, al menos eso dice la mayoría de la gente, lo dice en cada esquina, en el servicio urbano, en el taxi, en los baños públicos de las mismas dependencias gubernamentales y en los cines, vaya, hasta en las alcobas –bueno, esto me lo han comentado mis cuates y cuatas-, lo cual no es nada saludable, porque se va incubando, si no es que ya se desarrolló, la semilla de la desconfianza hacia las instituciones, por no decir que provocan incertidumbre y coraje por tanta política barata, a la mexicana al fin, y la pregunta es pa’ cuándo se pondrán a trabajar, a fijarse que no hay tiempo ya pa’ tantos altercados, en Veracruz urge que se trabaje a diario, casi sin descanso, porque se tienen muchas necesidades y carencias, pero qué, dice la gente, los políticos golosos de poder sólo buscan satisfacer sus propios intereses, insaciables, ¿y la pobreza?, bien gracias, ¿y el desempleo?, ¿y el problema educativo y de vivienda?, ¿y el deterioro ambiental y un chingo etcétera? Ahí pal ratón, ¿no?
El escritor colombiano Fernando Vallejo, al preguntársele si votaría en las elecciones presidenciales de su país, aseveró que no y agregó: “Para mí los que se llaman servidores públicos son unos aprovechadores públicos y jamás votaré por ningún asqueroso de estos”. Ese sentimiento crece en nuestra población, sobre todo si se considera que el abstencionismo en las pasadas elecciones en Veracruz continúa con cifras preocupantes. Sí que lo creo, pos ya estamos hartos de tantas mentiras, cinismo y falta de respeto a nuestro voto.
Por eso quizás, pa’ la próxima siga las palabras de Fernando Vallejo y los mande mucho por donde vinieron. Ahí veremos, dijo el ciego al tuerto, ¿o al revés?
Los días y los temas
Bien lo dijo el historiador Lorenzo Meyer, las elecciones de 2010 constituyeron “un ritual sin contenido”, sin ciudadanos ni propuestas distintas, “la atmósfera fue de una lucha entre los poquitos que se disputaban la bolsa de recursos electorales”. (Proceso, No. 1758/ 11 de julio/2010). Pero, sobre todo, fue una lucha por el poder y la lana del presupuesto.
Y hay que decirlo, chance hasta gritarlo en las calles, que todo México se entere: con los asesinatos de Marco Aurelio Martínez Tijerina, en Nuevo León, y Guillermo Alcaraz Trejo, en Chihuahua, ocurridos el fin de semana pasado, el gremio periodístico está de luto por décima ocasión en el año. Me uno al llamado que hace La Fundación para la Libertad de Expresión: que las instituciones encargadas de la seguridad pública del país “lleguen hasta las últimas consecuencias en las investigaciones porque un muerto más, ya no es posible”.
De cinismo y anexas
Decía el periodista P.J. O’Rourke que un poco de gobierno y un poco de suerte son necesarios en la vida, pero sólo un estúpido confía en estas cosas. Tan-tan.
Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx

MADUREZ POLÍTICA AUSENTE

Contornos
Octavio Augusto Lara Báez

En 1991, como una medida para dar mayor certidumbre a los votantes, el Consejo general del IFE dispuso que se creara un sistema de información de los resultados electorales de manera preliminar, pues el cómputo final de todas las actas de escrutinio era tardado y generaba impaciencia entre la gente. Fue la primera versión del PREP que hoy conocemos.
En esa primera e histórica ocasión, el sistema funcionó por medio de cien aparatos de fax, que recibieron desde los Consejos distritales, las actas de escrutinio y cómputo, logrando recabar el 71.82 por ciento de ellas en un lapso de 72 horas ininterrumpidas.
En las subsiguientes elecciones, este sistema se fue mejorando hasta desarrollarse un programa de cómputo especializado para la captura, procesamiento y exhibición de los primeros resultados registrados en cualquier contienda electoral a través de las páginas oficiales de los órganos electorales en la Internet.
Vale la pena recordar que el ahora tan cuestionado PREP nació con la intención de dar un adelanto del recuento de votos, nunca como un sustituto del cómputo final que debe realizar cada Consejo electoral.
Esto porque hoy en día, tras las votaciones del pasado 4 de julio, el perdedor de la contienda por la gubernatura, Miguel Ángel Yunes, ha alegado que la elección estuvo amañada, argumentando entre otras cosas, que el PREP presentó fallas y que presuntamente quedaron “volando” más de 600 mil votos.
Querer culpar de los resultados adversos a un sistema dedicado únicamente a dar avances y tendencias del voto, es sólo parte de una estrategia de descalificación muy calculada por el candidato perdedor para justificarse.
Por eso las descalificaciones sistemáticas, casi a diario, al trabajo del IEV, ataques dirigidos principalmente a sus consejeros, a sus contrincantes políticos y, pasado el proceso cuyos resultados no le favorecieron, a todos los que en él participaron.
Olvida el ex candidato panista al gobierno de Veracruz que en la organización y realización de la elección del 4 de julio participaron cerca de cien mil veracruzanos, que fungieron como funcionarios de casilla, capacitadores, representantes de partidos y de candidatos, además de observadores. Gracias a su trabajo, fue posible realizar los comicios. Si las irregularidades de las que habla hubiesen sido generalizadas, ese ejército de ciudadanos se habría encargado de denunciarlas.
Por si fuera poco, la diferencia de votos entre el candidato triunfador, Javier Duarte y él fue de 85 mil 575 votos, distancia que legitima de manera más que suficiente el triunfo del abanderado de la Coalición Veracruz para Adelante, virtual Gobernador electo. Si en 2006 Felipe Calderón ganó con apenas 0.57 décimas de punto sobre López Obrador en una elección más cuestionada, no hay razones para no reconocer el triunfo priísta que fue más claro.
No obstante, buscando atraer la atención de una ciudadanía que ya se hartó de las disputas electorales, tras una marcha de protesta convocada por el aspirante derrotado en Veracruz a una semana de la elección, el dirigente nacional del PAN César Nava dio declaraciones a diarios nacionales en las que se pronunció por buscar la anulación del resultado electoral de Veracruz: "Pediremos la reversión del resultado, de no concederse ésta, pediremos la anulación del proceso", expresó en entrevista a Reforma (12/0710).
Cae así el líder azul en una evidente contradicción, ¿para qué pedir que se revierta el resultado electoral si ellos han afirmado que les es favorable? Y todavía más: ¿por qué tendría que exigir la anulación total de una elección que supuestamente ganó su candidato? Como se ve, en sus propias declaraciones, Nava revela dos cosas: una, que no tiene buena comunicación con su candidato, el cual asegura que tuvo más votos que el ganador -cosa que por cierto no ha probado, ni podrá hacerlo-, y dos, que acepta implícitamente que perdieron la elección y van a recurrir a las instancias judiciales para intentar echarla abajo.
Dependerá ahora de la fundamentación que hagan de sus acusaciones y de la objetividad e imparcialidad de los tribunales para ratificar la victoria priísta o acceder a lo que luce como un capricho de los perdedores. Una muestra más de la falta de madurez y clase de muchos políticos, que sólo reconocen la democracia cuando ganan y la ponen en entredicho cuando les toca perder.
Por otra parte, al desconocer la validez y legalidad de los comicios, el PAN está desconociendo también los triunfos que legítimamente obtuvo en 52 municipios en los que triunfó, aliado con el PANAL y otros 37 en los que ganó solo. Eso sin mencionar los 10 distritos en los que ganaron sus candidatos a diputados.
La democratización de México debe pasar, necesariamente, por el fomento de una cultura democrática de todos, actores políticos, gobernantes y ciudadanos, pues no es admisible que se cuestione y descalifique toda elección por el simple hecho de haberla perdido.
Si queremos avanzar como sociedad democrática, debemos entender que en la democracia se gana y se pierde. Quienes hoy perdieron, en próximas elecciones pueden ganar, pues no hay derrotas eternas ni las preferencias ciudadanas son propiedad exclusiva de nadie, como algunos creen ilusamente.
Cuando entiendan eso los partidos políticos, se preocuparán más por presentar buenos candidatos, por hacer buenos gobiernos, por cumplir la palabra empeñada, responder a la confianza que el pueblo les otorgó y cultivarla todos los días, con hechos concretos y no solo con discursos.
e-mail: tavolara62@yahoo.com