Julián Lara López
Donald Trump |
Donald Trump, es precandidato a presidente para las elecciones de 2016, por el Partido Republicano, su estrategia electoral se basa en el racismo y la xenofobia, su discurso está dirigido a los sectores más conservadores de la sociedad estadounidense, que ve en la llegada de los migrantes la pérdida de empleos, entre otras cosas.
Donald, escogió como culpables de su estrategia a los mexicanos, a quienes a acusado de delincuentes y violadores, calificándolos de lo peor. La forma de actuar de este personaje es preocupante porque está utilizando el odio de la clase conservadora hacia los migrantes mexicanos.
Ese odio puede causar: desprecio, racismo, xenofobia, discriminación y en el peor de los casos puede generar una la ola de crímenes en contra de mexicanos, no olvidemos que en la frontera con México, existen grupos de caza migrantes que pueden crecer de manera exponencial ante la arenga de un tipo sin escrúpulos, ello sin olvidar a los grupos de ultra derecha que pueden encontrar en el odio que Donald pregona un campo fértil para sus posturas ultranacionalistas y racistas.
El odio y el racismo existen de manera histórica en la sociedad estadounidense, es algo cultural e inherente a esta nación. La estrategia que utiliza Donald es una la paradoja, ellos mismos, son el resultado de la migración (colonización), ya que provienen de diferentes países de Europa central, exterminado a los nativos norteamericanos, despojándolos y de sus tierras, costumbres, lengua y cultura, confinado a las supervivientes a reservas pretendiendo con ello ocultar un formidable pasado.
Tampoco, podemos olvidar el pasado esclavista que existió en este país desde el inicio de la etapa colonial.
Con estos antecedentes, la actitud de Donald Trump, es preocupante, una muestra de ello es, su exabrupto en contra de Jorge Ramos, su actitud, va más allá de una cuestión mediática y de estrategia electoral.
La forma de actuar de Donald, tiene fuertes semejanzas con el odio racial de Hitler hacía los Judíos, la cual, también se inició como una lucha política, luego se apoderó de todo un país de una nación e invadió otras, el costo fue la segunda guerra mundial y miles (se habla de millones, sin embargo, a ciencia cierta no sabemos la cantidad exacta) de Judíos asesinados.
Preocupante es la actitud tolerante de los medios allí reunidos que no hicieron ni dijeron nada, preocupante es la actitud de la sociedad estadounidense, que calla ante la estrategia de Donald, preocupante es el silencio en general de nuestras autoridades, preocupante es que una sociedad con altos niveles educativos, que construye grandes monumentos (estatua de la libertad) a las libertades, que se erige en paladín de la democracia, invadiendo países con el pretexto de instaurar regímenes democráticos, permita en el seno de su país, que germine el odio, el rencor y el racismo en contra de los mexicanos.
El silencio fue el gran cómplice para que Hitler consumara sus planes genocidas y de exterminación.
Las semejanzas entre Donald y Hitler son muy similares, hoy nos parece sólo un bocón, una estrategia electoral; no obstante, este señor tiene la posibilidad de llegar a ser presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, lo que lo convierte en un peligro para los migrantes mexicanos, pero si no lo fuera, no sabemos las consecuencias de su campaña no electoral, no sabemos aún los alcances que esta pueda tener.