Diputado al Congreso de la Unión
Por circunstancias de la vida y como parte de mis actividades públicas me corresponde ser Diputado federal en representación directa de los ciudadanos del distrito 10 del estado de Veracruz, con cabecera en Xalapa. Son momentos y escenarios que uno piensa o no pero que se presentan como una coyuntura de oportunidades que se aprovechan o no. En si misma la función del legislador federal es interesante y puede ser útil, otra cuestión a considerar es que está revestida de cierta importancia en el imaginario popular.
Para poner los pies en la tierra e intentar un mejor papel es necesario partir de la pésima fama, ganada a pulso, que tienen los Diputados, colocados, junto a los políticos en general, en los más bajos niveles de reconocimiento social. De los Diputados se habla mal o, peor todavía, no se habla nada de ellos, como si no existieran, en una omisión vergonzosa. Los dichos sobre los Diputados son muy comunes y actuales: que nunca regresan con sus electores, que no trabajan, que tienen puros privilegiaos y que sólo van a las sesiones a apretar un botón para votar (antes se les decía “levanta dedos”).
Asumo como parte de la fundamentación y el contexto del puesto publico que ya ocupo, que los votos que me dieron la mayoría tienen una variedad de ingredientes y son resultado de muchas motivaciones, entre las cuales ocupa un lugar central que se trate de una elección simultanea a la presidencial y que, en Xalapa, se levantó una ola anti PRI y pro AMLO; hay que recordar, para poner el tema en perspectiva, que obtuve mayoría en 483 de 486 casillas y que Peña Nieto, quedó en tercer lugar en este distrito.
La contundencia y tamaño de la votación que hace posible que yo sea Diputado federal me honra pero, sobretodo, me traslada una enorme responsabilidad. Por lo que sea y como sea casi ochenta mil Xalapeños, solo del distrito 10, me depositaron su confianza. Si aceptamos que el Xalapeño en general está informado y es critico, tenemos que entender que no entrega cheques en blanco y que va a estar muy pendiente de mi labor; lo se y lo asumo.
De las obligaciones y el papel en general de un diputado, que es variado y hasta discrecional, yo me quedo con lo que, para mi, es lo mas importante: que sea un autentico representante de la nación y popular. Que entienda que no se representa así mismo o a un partido, tanto la candidatura como la organización política que lo postuló son el medio, que su labor es ser voz de las posturas de sus votantes, lo cual implica, entre otras cuestiones, estar en contacto con la gente, escucharlos, fomentar su participación y dar resultados tangibles. Para el mejor desempeño de mis funciones requiero llevar una relación institucional, respetuosa y de colaboración, con los demás representantes populares – Senadores y Diputados-, el Gobernador del Estado y la Presidenta municipal. El respeto y la eficacia en esta relación son básicos, requiero canales de gestión para presentar las inquietudes, propuestas y necesidades que me haga llegar la gente. La diversidad de origen partidario más que un defecto es una virtud, pone a prueba nuestra calidad política y nuestros alcances democráticos; cualquier tipo de bloqueo y sectarismo hace mas daño al que lo origina que al que lo recibe.
Después de tomar protesta e iniciar el primer periodo de sesiones, todavía sin oficina en “San Lázaro”, voy aclarándome y comparto la ruta mas formal de mi trabajo legislativo: las comisiones se integran hasta finales de septiembre, el presupuesto de la federación se aprueba en diciembre y se empieza a ejercer por ahí de febrero y marzo del próximo año; Esto implica que los proyectos de desarrollo social y de infraestructura de los que hemos hablado para Xalapa, podrán verse en siete u ocho meses. De todos modos, el próximo lunes arranco mis actividades de atención ciudadana, continuando mi contacto con los medios de comunicacion, con labores de oficina personal lunes y viernes, asistencia al DF de martes a jueves, y recorridos los sábados y domingos. Voy a poner todo mi esfuerzo para estar a la altura de las expectativas de los Xalapeños, no me voy a alejar, voy a estar muy activo en su defensa, no los voy a defraudar y aspiro , a demás de hacer un buen papel, a andar dentro de tres años tranquilo y feliz por las calles de mi entrañable Xalapa.
Recadito: como dijo un presidente municipal veracruzano: “protesto pero estoy de acuerdo “.
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