Lic. Inocencio Martínez Cortes
Lamentable utilizar a los trabajadores, para aviesos fines de culto a la personalidad, en donde el Ejecutivo Estatal, aprovechó el momento para robar cámara, poniéndose al frente de un numerosísimo contingente, de empleados mal pagados, pero con un verdadero corazón para mantener el empleo y cumplirle a los veracruzanos.
Se ha perdido la esencia de venerar el día del trabajo, festejándolo con una marcha por las mejores calles de la ciudad, aun que ahora ya no hay nada que festejar, ni siquiera aquellos que tienen un empleo seguro, pues su ingreso es de tercer mundo, es cierto, trabajo hay, lo que no hay es dinero para remunerarlo como lo merece el mexicano, que a aguantado de manera fiel y sin chistar.
Entiendo a los empleados cuando de festejar se trata, pues después del desfile les organizan pachanga, con rifas y toda la cosa, pues es un buen momento para estar con sus compañeros, sin la presión de verse entre los fierros, los papeles y el estrés de esperar a que llegue la hora de la comida y la salida puntual de la chamba.
Pero a los que no entiendo, es a los supuestos grupos independientes, que se quejan de la falta de empleo y problemas de toda índole, ¡digo! Aun cuando los hijos de los líderes, tengan una buena chamba y bien remunerada, desde luego a esos no se les ve por ahí ¿verdad?
Esas organizaciones ahora se estarán dando de topes, pues ir a la cola de contingentes oficiales a quienes los festejaron y previo a ello les dieron gorras y vestido, para uniformarlos. A los supuestos independientes, ni en cuenta, pues la demanda de ellos ya la sabemos y el primero de mayo es día de fiesta no de lamentos.
Fueron utilizados para ser parte de la estadística, en donde los medios muestran al contingente de manera general, encabezando al rey vitoreado, aplaudido y sin que nadie le haya podido regalar cuando menos un abucheo.
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