Héctor Yunes Landa
Articulista Invitado
Como suele ocurrir al finalizar el año, se posiciona entre la opinión pública el debate en torno a la propuesta que el Ejecutivo del Estado pone a consideración del Congreso local del Presupuesto de Egresos y la Ley de Ingresos del Estado para el ejercicio fiscal 2011. Este año no es la excepción, sobre todo, porque en Veracruz está iniciando una nueva administración estatal, la que encabeza el gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien se encuentra en la coyuntura de tener que hacer frente a una serie de compromisos institucionales, entre los que destacan, los recursos que tendrán que ser destinados a la reconstrucción de la infraestructura y la reactivación del aparato productivo en diversas zonas que resultaron severamente dañadas por las inundaciones que provocaron los huracanes Karl y Matthew.
La cifra requerida para reiniciar el camino hacia las condiciones del desarrollo, es inmensa, pues los daños fueron cuantiosos, y la construcción de lo destruido y la rehabilitación de lo dañado, es inaplazable para la entidad, puesto que de ello dependen cientos de miles de familias veracruzanas que están en espera de que todo regrese a la normalidad, y como sabemos esto es responsabilidad del Estado.
La propuesta que esta semana se debatirá en el Congreso de Veracruz es un presupuesto por 77 mil 950 millones de pesos, que representa una enorme cantidad de recursos para su ejecución en el 2011. Sin embargo, hay pronunciamientos en contra de una reforma a la ley de ingresos, puesto que el Ejecutivo plantea una fiscalización que conlleva una ampliación en la base gravable del impuesto a la nómina, así como el pago de la tenencia vehicular para autos que tengan un costo superior a los 230 mil pesos. Esta propuesta ha generado una controversia entre quienes no apoyan los cambios en el tema fiscal y los que piensan que dadas las condiciones de la entidad, resultan plenamente justificadas estas modalidades para la recaudación de recursos públicos que beneficiarán a grandes sectores de la población.
El tema es complicado; no obstante, quienes se oponen a que los legisladores locales aprueben el paquete fiscal 2011, parecen olvidar que la insuficiencia de recursos públicos no es privativa de Veracruz, sino que es un problema que a raíz de la crisis financiera internacional, sus repercusiones están afectando a países del llamado primer mundo, incluso a la mayor potencia económica del mundo, Estados Unidos. Pero para no ir más lejos, en nuestro país la mejor prueba de la falta de recursos la da el gobierno Federal, que por citar un ejemplo de gran trascendencia, no incluyó para el presupuesto 2011, la tan llevada y traída construcción de la nueva refinería de PEMEX en Tula, Hidalgo, pese a que estaba programada su conclusión para el 2015, siempre y cuando comenzara su construcción en el presente año.
La construcción de la refinería es de importancia estratégica para el crecimiento económico del país, sin embargo, de acuerdo al diputado federal priísta de Hidalgo, Jorge Rojo Lugo, no se sabe dónde quedaron 5 mil 700 millones de pesos que se habrían presupuestado para el 2010, en tanto que para el del próximo 2011, tenía que haberse incluido una cantidad de 12 mil 665 millones de pesos para una segunda etapa de construcción, sin embargo, no fue así. Por su parte, en la reconocida columna periodística del diario Reforma, Templo Mayor, recientemente se filtró una información que señala que el gobierno Federal tiene un déficit de 25 mil millones de pesos para el pago a proveedores. Es decir, los recursos públicos son limitados y la marcha del país debe continuar, y en el caso de nuestro estado, no hay otro camino. Antes de cualquier otra opción, está el interés público de muchos veracruzanos que necesitan el apoyo de sus paisanos para poder reiniciar sus actividades productivas.
De hecho uno de los problemas que arrastra nuestro país es la cultura del no pago de impuestos, mucha gente no quisiera pagar siquiera los servicios básicos como el agua y la electricidad, pero esto debe cambiar, debe aportar más quien más ingresos tiene, por eso en el caso de la tenencia sobre vehículos con un costo de más de 230 mil, en mi opinión, es justa, pues si alguien tiene para pagar un vehículo que puede catalogarse como de lujo, bien puede realizar un aportación al erario con el fin de aportar más al desarrollo del estado, y contribuir a la reactivación económica de Veracruz, que al fin y al cabo, redundará en un beneficio para todos.
De otra manera, corremos el riesgo de la paralización de la economía local, porque persisten las limitadas visiones partidistas de que todo lo que propone el adversario es susceptible de críticas y propenso a ser capitalizado políticamente en desdoro de los propósitos reales de sus propuestas. Esto debe cambiar, porque los ciudadanos sí se dan cuenta de quiénes son los propositivos, y quiénes son los que sólo buscan la crítica sistemática para desacreditar, pero nunca construir.
Es deseable que los legisladores analicen los alcances de lo que propone el Ejecutivo del Estado para que puedan tomar la opción de sumarse, desde su ámbito de ejercicio político, a las tareas de reconstrucción que Veracruz está necesitando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario