Jorge Arturo Rodríguez
El novelista español Mateo Alemán decía que el socorro en la necesidad, aunque sea poco, ayuda mucho. Y vaya que en estos momentos Veracruz necesita de apoyo, aunque sea poco. Así que, ahora sí, como en muchas otras adversidades, mexicanos todos, veracruzanos todos, uníos, pa’ sacar adelante a nuestros hermanos que en estos momentos sufren por ese tal Karl que vino a jodernos en tiempo de festejos y gritos de independencia. Acordémonos que de a poquito a poquito se llena el jarrito y pasito a pasito se abre caminito.
Es más, dijera el escritor Oliver Goldsmith, el mayor espectáculo es un hombre esforzado luchando contra la adversidad; pero hay otro aún más grande: ver a otro hombre lanzarse en su ayuda. Seamos, entonces, un gran espectáculo, no para Televisa y compañías, y lancémonos todos a ayudar.
El asunto está muy claro, ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad, ¿o no, mi recordable José Martí? Vaya, que si precisas una mano, recuerda que yo tengo dos, lo dijo San Agustín.
Pos en estas estamos, sin duda. Pero hay que irle pensando qué carajos está pasando con nuestro mundo, hacia a dónde vamos, qué queremos pal futuro, que ocurre hoy con tantas desgracias y desastres.
Científicos del Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina (AWI) señalaron en días recientes que sólo la influencia del hombre puede explicar cómo el hielo marino ha encogido de forma tan considerable en los últimos años y advierten que la superficie del océano Ártico cubierta de hielo se reducirá a final de este verano hasta los 4.9 millones de kilómetros cuadrados, lo que supone su cuarta reducción anual consecutiva. ¡Cómo chingaos entonces no vamos a inundarnos!
Todavía más: en una carta abierta sobre el cambio climático, Anthony Giddens y Martin Rees sostienen que “este año ha sido testigo de brotes de clima extremo en muchas regiones del mundo. Nadie puede decir con certeza que acontecimientos como las inundaciones en Paquistán, los episodios climáticos sin precedentes en algunas partes de Estados Unidos, la ola de calor y sequía en Rusia, o las inundaciones y deslaves en el norte de China hayan sido influenciados por el cambio climático. No obstante, constituyen una advertencia contundente. Los acontecimientos de clima extremo aumentarán en frecuencia e intensidad al tiempo que la temperatura del mundo aumenta”. ¡Sopas!
¿Qué está haciendo México ante esto? ¿Y que onda con Veracruz? Bien lo escribió Alberto J. Olvera: “Veracruz vive la peor catástrofe natural de su historia. Pero la terrible tragedia social que vive la zona conurbada del puerto de Veracruz a raíz de los efectos del huracán Karl —que se suma a la que siguen padeciendo los habitantes de la cuenca del Papaloapan y las zonas sur y norte de la entidad por efecto de las lluvias previas— no debe verse solamente como una lamentable contingencia natural. Se trata de una combinación de desastres naturales y de un gigantesco desastre social causado en gran parte por la ausencia u omisión del Estado”. ¿Qué tal, eh?
Con todo, aquí no pasa nada, seguiremos padeciendo los embates del clima y los embustes de autoridades inútiles. A no ser que ciudadanos nos unamos en verdad pa’ exigir al gobierno que ya le pare a tanto discurso y aplique más recursos en soluciones precisas y urgentes, sin que roben ni un quinto, ni pa’ campañas ni pa’ sus bolsillos. ¡Cómo me gustaría verlo!
Hasta la próxima
jarl63@yahoo.com.mx
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