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• La desesperanza de Calderón
• En busca del absolutismo azul
Marco Antonio Aguirre Rodríguez
Felipe Calderón Hinojosa, como operador político máximo del PAN, que no como presidente de la República y por ende de todos los mexicanos, está desesperado por tomar el control absoluto de su partido y concretar las alianzas e imposiciones que prepara para el 2012 y quedarse con el poder en el país.
Su frase de “haiga sido como haiga sido” con la que justificó su triunfo en el 2006, refleja también su idea de cómo ganar la elección presidencial en el 2012.
Este objetivo pasa, paradójicamente, por su intento de quedarse con el triunfo en Veracruz, imponiendo a su candidato, Miguel Angel Yunes Linares, a quien se le busca investir de demócrata al son del reclamo de una elección que perdió. Y en la que fue derrotado no precisamente al ritmo del “haiga sido como haiga sido”, porque Yunes, pero sobre todo la Presidencia de la República, destinaron recursos millonarios para alzarse con las elecciones del 4 de julio.
Felipe Calderón ordenó que se instrumente la expulsión del PAN de Manuel Espino, el expresidente nacional de ese partido, por criticar las alianzas que hizo el blanquiazul con los grupos de izquierda antiobradoristas, y la imposición de Miguel Angel Yunes como candidato para la gubernatura de Veracruz.
La “Comisión de Orden” del Consejo Nacional del PAN, a través de Tarcisio Rodríguez, afín al Presidente Felipe Calderón, también quiere expulsar al todavía Gobernador de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso Femat y al ex Alcalde de Monterrey, Adalberto Madero, acusándolos igualmente de supuestas traiciones al PAN, que en realidad fueron actos en contra de las imposiciones calderonistas durante las pasadas elecciones estatales del 4 de julio.
La prisa es tanta que el secretario general del PAN, José González Morfín ya recopiló las “pruebas” que panistas ahora inmersos en la corriente del calderonismo de los estados de México, Durango y Veracruz aportaron contra Manuel Espino.
A Manuel Espino le quieren cobrar también las menciones que Vicente Fox hizo en contra de la candidatura de Miguel Ángel Yunes, que luego fueron desmentidas, al ser parte del grupo cercano al expresidente. Pero Manuel Espino en un desplegado apuntó que Felipe Calderón, siendo candidato a la Presidencia, pidió que no se incluyera a Yunes en la lista de aspirantes a legisladores federales por haber tenido un pasado de corrupción como funcionario priista y por haber difamado y maltratado a panistas.
A Manuel Espino el calderonismo lo volvió su principal contrincante desde el arribo al poder de Felipe Calderón, tanto que durante la selección de candidatos a diputados plurinominales en la pasada elección federal del 2009, le negaron un lugar en esa lista.
Al gobernador de Aguascalientes lo quieren expulsar porque también se mostró en contra de otra imposición de Calderón, la del candidato del PAN para la gubernatura de ese estado, Martín Orozco, acusado de malversación de fondos cuando fue alcalde de Aguascalientes (2004-2007), por la cual se le abrió un proceso penal, mismo que sustentó que en un principio el instituto electoral de ese estado le negase el registro.
Esa es otra muestra de que no todos los candidatos impulsados por el calderonismo tienen antecedentes claros.
Igualmente aquí hay prisa por llevar la expulsión, también de la mano ejecutora de José González Morfín, quien integra el expediente que se presentará en la próxima sesión ordinaria del Consejo Nacional del PAN, programada para agosto. La confrontación ahí llegó tan fuerte que incluso el dirigente nacional del PAN, César Nava, conminó al gobernador Luis Armando Reynoso, a decir de qué lado estaba.
Ese tipo de actitudes son las que los panistas (bueno, ahora expanistas) de Veracruz observaron y por eso decidieron dejar su militancia. Presentían por el conocimiento de formas de actuación política de Felipe Calderón y Miguel Angel Yunes, que llegaría el momento que los podrían poner frente a la picota.
Felipe Calderón, como operador político del PAN, como el gran místico que aspira a ser de ese partido, no aceptará que otras fuerzas quieran disputarle la posibilidad de imponer al candidato de ese partido a la Presidencia de la República, ni a los candidatos que correspondan a los demás cargos en disputa.
Felipe Calderón se está mostrando como el gran cacique del panismo que quiere ser. Como el absolutista que viene. Y ya está logrando acercarse a grupos de izquierda, con este fin.
En este contexto es probable que las expulsiones prosperen, porque Felipe Calderón ha hecho un trabajo de bisturí para quedarse con la mayoría de los consejeros nacionales del PAN. En los que corresponden a Veracruz, los que ahora están son afines a Miguel Angel Yunes, quien hizo una alianza con Julen Rementería para ganar esos lugares.
Así que la perspectiva de que Miguel Angel Yunes se apoderé del PAN estatal con el apoyo de la Presidencia de la República es real.
Los Miguel Angel Yunes, padre e hijo, se encaminan a convertirse en los grandes místicos del panismo veracruzano, con una presencia y un peso como el que nunca tuvieron en el PRI.
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