lunes, 23 de marzo de 2015

Mujeres

Isabella Ernán

Este mes de marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer, pero me pregunto ¿realmente las mujeres hemos ganado espacios en todos los ámbitos? Cuando una mujer sale a la calle a trabajar, por sus hijos a la escuela o simplemente de compras, se encuentra con un sinfín de discriminaciones.
Desafortunadamente, la misoginia empieza por nosotras mismas en nuestros hogares cuando educamos a un niño o niña. Ahí es donde empieza y debería acabar la misoginia.
En Veracruz -como en todo México-, cuando una mujer ocupa un cargo importante siempre se cuestiona negativamente el cómo lo obtuvo. Siempre dudamos que sea por sus capacidades y su talento, aun cuando se sabe todo lo que estudió y sacrificó para obtener dicho cargo. Somos muy dados a pensar que no tiene talento alguno y que llegó a la posición por medio de favores sexuales.
Hay muchos ejemplos, pero solo daré algunos del ámbito local.
Gina Domínguez Colio
Gina Domínguez  Colio,  ex coordinadora de Comunicación Social del Gobierno del Estado y ex vocera del gobernador Javier Duarte, en cada paso que dio durante su encargo y ahora cada paso que da como empresaria de medios, es duramente criticada.
Es cierto, mantuvo un férreo control sobre la prensa oficialista, pero si lo analizamos de manera imparcial ella llegó a ese cargo por su trayectoria y conocimientos periodísticos, incluso para quienes demandan preparación académica, Gina es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Veracruzana.
Una cuestión de valor a la que no es ajena el periodismo, es que si un periodista percibe una gratificación de parte del gobierno, lo menos que se debe esperar es que no muerda la mano que le da de comer (o le ayuda a viajar). Gina gestionó que varios periodistas viajaran a España con todos los gastos pagados y al regreso, esos mismo periodistas se han encargado de atacarla y denostarla “por todo lo que hizo y dijo”.
Pero algunos van más allá de la cuestión de la función pública, al criticar su vestuario y peinados, que nada tienen que ver con su desempeño profesional. Cuando se llega a ese grado, de personalizar el ataque, es que ya no se tiene nada que decir, no importa que tenga tras de sí años de trabajo, esfuerzo y estudios, solo hay que fregarla porque es mujer de éxito.
Elízabeth Morales García
Otro caso es el de Elizabeth Morales, ex presidenta del CDE del PRI y actual candidata a diputada federal por el distrito electoral de Xalapa-Urbano. La presidencia del PRI es el penúltimo cargo de una serie que ha tenido a lo largo de su carrera política.
Con Elízabeth, se ha llegado al extremo de criticar y juzgar por sus preferencias sexuales, sin tomar en cuenta su esfuerzo y disciplina para llegar hasta donde se encuentra ahora, dejando a un lado su preparación y que hasta se levante más temprano que muchos de nosotros para hacer lo que hace. No se le perdona el ser una mujer de éxito y desenvolverse en la esfera del poder.
Por último, pongo por ejemplo a Rosario Robles, una mujer que actualmente se desempeña al frente de la Sedesol del Gobierno Federal y lleva adelante la Cruzada Nacional contra el Hambre. Ella también lleva años en la política del altiplano ocupando varios cargos, como el de jefa de Gobierno del Distrito Federal.
Rosario Robles Berlanga
Cuando llego al gabinete de Peña Nieto fue lapidada en casi todos los medios de comunicación de la ciudad de México y replicados en los medios locales. Se trajo a portada todo su historial pero haciendo hincapié en lo negativo. Nunca se escribió de sus estudios en la UNAM o su Maestría en Desarrollo Rural o también en el reordenamiento de casi 50 mil personas de la famosa Ruta 100. En ella se impactan diversas clases de machismo y misoginia de la política a la mexicana y en el cargo que actualmente ocupa se encuentra en el ojo del huracán y cada paso que da, es vigilado más que algún otro secretario del gabinete de Enrique Peña Nieto.
No quiero decir que a las mujeres se les perdonen sus errores como personas públicas y de poder, que solamente las apapachen y den palmaditas en la espalda cada vez que hagan algo bien, pero es necesario que se les permita laborar en igualdad de condiciones de trabajo y se reconozcan legítimos logros académicos y profesionales.
Las mujeres somos diferentes ¡claro que lo somos! Tenemos periodos cada 28 días, nuestros cambios hormonales son muy diferentes a los de un hombre, pero también somos capaces de hacer cualquier cosa que queramos y emprendemos. Una cosa es necesaria: que cada mujer critique menos a las de su mismo sexo y practique la sororidad tan necesaria para lograr equidad e igualdad para todas las mujeres. 

Comentarios al e-mail ernanaisabella@hotmail.com

No hay comentarios: