Karime Macías de Duarte
Si me ausento por historia
o el tiempo lo quiere así,
estarás lejos de mí
pero no de mi memoria.
Antonio García de Leó
El Caballero de los mares zarpó de este puerto el viernes pasado y los caballeros de la historia llegaron un par de días después.
El buque escuela Cuauhtémoc se hizo a la mar con la intención de adiestrar a 73 cadetes en la navegación a vela, partiendo de la orilla que fue la puerta de entrada y salida de la Nueva España.
“La llave del Reino”, como llaman fuentes coloniales a Veracruz ha visto pasar mercaderes, marineros, piratas, españoles, ingleses, árabes, constructores, comerciantes, un larguísimo etcétera de personajes que se han encargado de hacer pequeño este mundo.
Es por eso que los estudiosos de la historia encuentran de Veracruz un océano de referencias que al tratar de ordenarlas hacen que muchos naufraguen en el intento.
No así lo sucedido con la serie de libros “Veracruz, siglo XXI” magistralmente coordinada por nuestro querido Enrique Florescano (Coscomatepec, 1937), de la cual destaco el ensayo “Tierra adentro, mar en fuera” de la pluma inigualable de Antonio García de León (Jáltipan, 1944).
Para quienes estamos interesados en la historia de esta tierra es un texto fundamental que abarca Veracruz y la región del Sotavento, hinterland natural del puerto, desde 1519 hasta 1821.
Hoy seguimos siendo una puerta de entrada y de salida, de ires y venires, en donde el mar nos define, en donde los marinos tienen su escuela y su casa y los académicos encuentran buen puerto para su trabajo. De donde inician travesías como la del buque blanco que navegará 7 meses o como la aventura de Antonio al escribir por 12 años el documento citado.
Hay distintas maneras de hacer historia, ya sea haciéndose a la mar, ya sea escribiéndola.
Para los caballeros de las letras que han llegado con sus libros, la mejor de las bienvenidas. Para los caballeros de los mares que se han ido por un tiempo, que haya buena mar y mejores vientos.
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