martes, 22 de mayo de 2012

Miguel López Azuara, Disfruta de la vida

Entrevista
Fuente: centinela.mx

Considerado uno de los periodistas con mayor experiencia en México, defensor de la libertad de expresión cuando de la mano de Julio Scherer y Miguel Angel Granados Chapa, dirigían Excélsior en la época dorado de los años 60 y finales de los 70, fundador de la revista Proceso, Miguel López Azuara asegura en entrevista, que los tiempos de la prensa y los medios han cambiado, ayer se respetaba su crítica y opinión, había otras formas de limitarlos, pero no callarlos; hoy la impunidad es lo que reina en medio de la guerra de Calderón contra el narco, utilizando cualquier pretexto para matar reporteros y silenciar sus críticas.
Con una trayectoria profesional que inició desde reportero en Excélsior hasta alcanzar la subdirección editorial y continuar en oficinas de gobierno, ocupando la Jefatura de Información de Los Pinos en la época de Carlos Salinas, el comunicador Tuxpeño, considera que hoy como ayer hay buenos reporteros, pero han cambiado las formas de hacer periodismo y presentar las noticias.
Con sonrisa bonachona, vestido informalmente y disfrutando del fin de semana xalapeño, López Azuara asegura que disfruta de la vida, baila danzón, sus mejores momentos hoy en día son al lado de sus nietos, los cuales ya son adultos, lee a García Márquez, el Quijote y la Biblia como libros de cabecera; cree en el amor porque es lo que motiva la vida y está enamorado. Solo le pide a la vida salud para poder hacer lo que más le gusta, platicar con sus amigos, leer y escribir.
¿Hay diferencia en la forma de hacer periodismo en la época dorada de Excélsior a la época de hoy?
Si. Yo creo que había respeto y consideración para los periódicos, pero había muchas medidas de control para contener la expresión libre no solo de los periodistas sino de los ciudadanos que eventualmente podrían colaborar con los periódicos.
Teníamos absoluta libertad para opinar, nadie nos buscó nunca para decirnos que publicáramos o no publicáramos. Éramos críticos, no estridentes, no éramos del tipo de decir que el funcionario de tal era un ladrón, no éramos de ese tipo, era hacer crítica con ideas, propuestas, abrir el debate.
¿Porque todos los periodistas y reporteros que se mueren hoy en día los quieren mezclar en cosas estridentes?
Ya es un modus operandi de la gente que va hacer algo malo, si alguien quiere deshacerse de un enemigo pasional, económico, político, puede o está en condiciones de ordenar que se cometa un asesinato parecido a los que hacen en el crimen internacional, balas de grueso calibre, aparentan ejecuciones en algunos casos, cuando no es así, como en el caso de Regina.
Entonces hay que buscar otras cosa, ahí no puedes decir que fue el crimen organizado porque se vería muy raro, no hubo violación de cerraduras, nada, fue alguien a quien ella conocía el que entró ahí, y había una ira personal contra ella, golpear a una mujer indefensa en su casa, luego la estrangulan.
¿Esperaba que viniera Julio Scherer a decir que no creemos en una versión que resulta más creíble para darle una connotación criminal organizada?
Estamos hablando de las apariencias, todo requiere de una investigación, en algunos casos han querido involucrar a muchos periodistas con la delincuencia, pero esas son cosas muy delicadas que se tienen que probar, no se puede decir nada mas, eran delincuentes.
¿El crimen está aprovechando la coyuntura?
El crimen y los que no son del crimen. Como hay impunidad, como no pasa nada, y desgraciadamente puede entrar alguien, nos da un tiro y se sale tranquilamente y se va a la playa y no pasa nada.
¿Cuál es el futuro de la prensa en estas circunstancias? ¿Nos hemos autocensurado, nos hemos por miedo silenciado nosotros mismos?
Obviamente.
Siempre ha habido autocensura, antes había sido inducida por el gobierno, no te reprimía, pero te llenaban de prebendas o en algún caso te podrían amenazar, apretar las cuerdas, te investigan y dicen que no pagaste los impuestos, tu carro no está al día en documentación, lo usaban para apretarte, antes lo hacía el gobierno, pero ahora lo hacen los capos.
¿El cuarto poder dónde quedó?
Eso lo dijo Burke en un momento específico en la gran Bretaña y era real, era una expresión civil ante el poder público, en México fue tomado así.
Era más fácil darle realce al poder de la prensa, eres tan importante como periodista como un diputado que hasta fuero tiene, el presidente de la Suprema Corte, el poder Ejecutivo, los otros poderes, este es el poder de la opinión pública, de la fiscalización ciudadana, poder de la denuncia pública, no jurídica sino una denuncia que atrae la atención de algo que es irregular de algo que no concuerda como deben de ser las cosas.
¿Ud. Era un periodista con picaporte en Los Pinos?
Estuve incorporado en Los Pinos con el presidente Carlos Salinas, obviamente si podía hablar con él, sobretodo, cuando no estaba el director general que era Otto Granados, y me pedía que yo me quedara en su oficina cuando él no estaba para atender al Presidente cuando hablaba por teléfono.
Cuando hablaba, decía: Bueno, habla Carlos Salinas.
¿Sigue siendo amigo de Julio Scherer?
Le tengo una gran estimación, un gran reconocimiento, mucha gratitud pero yo me separe profesionalmente de él, no lo he vuelto a ver, ni lo quiero volver a ver, no me gustaron sus muchas cosas de él, por eso dejé la revista, igual Miguel Angel Granados Chapa, después regresó por otras razones.