lunes, 8 de diciembre de 2014

En pie de lucha…

Caso Ayotzinapa
Inocencio Martínez Cortés

Foto Agencia Fotover
La impunidad y la falsa explicación sobre la barbarie en el caso de Ayotzinapa 
El gobierno mexicano utilizando cualquier medio de comunicación oculto la verdad histórica de los hechos y con las televisoras elaboro una recreación, para mostrar a la ciudadanía una verdad que ahora se le ha revertido.
La información que he recogido es que con o sin la renuncia del gobernador de Guerrero, la dimisión y captura del presidente municipal de Iguala, no se resolvería el problema y menos se encontraría a los responsables de tan criminal hecho que convulsiono al país y dio pie a que la comunidad internacional nos condenara.
La ciudadanía empieza a señalar como responsable al presidente de la república, al considerar que no es creíble aceptar que un presidente municipal tuviese el poder para mandar a desaparecer un sinnúmero de estudiantes normalistas, menos en la forma que los noticieros dicen sucedieron los hechos.
No conozco al presidente municipal encarcelado, pero sé que proviene de una familia dedicada al trabajo de muchos años vendiendo oro, cuando fue candidato nadie lo señalo como integrante de alguna célula criminal, si posteriormente se incorporó o formo alguna organización delictiva, el propio gobierno federal a través de la inteligencia policial lo hubiera detectado, ellos tienen toda la herramienta para conocer a detalle el expediente personal de cada ciudadano.
Hay versiones de la forma en que desaparecieron a los normalistas y cuestionamientos de los lugares en donde dicen los incineraron, una de ellas es que no fue la policía la que los secuestro, menos la delincuencia organizada, luego entonces, nos que una sola alternativa para entender quienes fueron en verdad los que cometieron tan horrorosa acción criminal.
Recordemos que el ejército está entrenado para co9meter cualquier atropello, con toda impunidad, sin que alguien les diga nada, así lo vivimos en poco cuando asesinaron a familias, ancianos y niños con la famosa guerra en contra del narcotráfico, las violaciones denunciadas en el estado de Veracruz, luego entonces por ahí debe andar el asunto que nos ocupa, asunto que lo dejare de tarea y que solo el tiempo nos dirá quiénes fueron los autores y también los ejecutores.
Por lo pronto ya le empezaron a pasar la factura a televisa, con el famoso evento denominado teletón, actividad que realizan utilizando el slogan de la discapacidad física e intelectual de una comunidad que los gobernantes no atienden deliberadamente, para que estas empresas la utilicen como bandera y sean quienes la usufructúen, logrando con ello la evasión de impuestos que mucho hacen falta en las arcas nacionales. ¡Qué tal!

adidas.johan62@gmail.com Lic. Inocencio Martínez Cortes

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Y sigue Santander

Sin tacto
Sergio González Levet

He llegado a la conclusión de que hay dos cosas que son irremediables en la vida: 
1. La muerte.
2. Las llamadas del banco Santander a tu casa, en las que te “invitan” a que contrates una tarjeta de crédito con esa empresa española.
Lo de la muerte es tan inevitable, que no me queda más que colegir que son fregaderas que sea así. Pero no se puede hacer otra cosa, y la única respuesta posible ante tan apabulladora verdad, es resignarse y tratar de no pensar mucho en ello, para no echarse a perder la poca vida que nos fue dado tener.
Pero en lo segundo siempre queda la esperanza de que haciendo algo se podrá evitar esa molestia perenne que nos echa a perder el sueño, si es muy temprana; la ducha -o alguna otra actividad sanitaria-, si es temprana a secas; el desayuno, si es poco después, y la paciencia, a cualquier hora del día o la noche.
––Buenos días… ¿se encuentra la señorita Fulana de Tal? Hola, le deseo que tenga un día excelente [que nos acaba de echar a perder con su llamada]. Le habla su servidor Juanito de los Palotes [urbanidad artificial] para ofrecerle una oportunidad única [empieza la labor de convencimiento], con la que podrá hacer todas las compras que quiera [apelación al consumismo salvaje], con toda comodidad y solamente firmando [y que te embroques con nosotros para siempre]. Tenemos un paquete diseñado especialmente para usted [fin del timo].
A las primeras veinte llamadas, uno contesta más o menos decentemente, y con cierta resignación. De la 20 a la 40, empieza a surgir cierta desesperación. De la 40 a la 60, la exasperación al contestar es evidente. De la 60 a la 80, sólo tenemos insultos por respuesta. De la 80 a la 100 se pueden seguir dos vertientes: la primera es buscar alguna instancia oficial en donde demandar a los abusivos; la segunda, muy peligrosa, consiste en regresar a la resignación y condenarnos a contestar para siempre: “No gracias, no me interesa”.
Para la alternativa de denunciar oficialmente la intromisión del banco Santander a nuestra privacidad, lo primero es buscar dónde resulta más conveniente. San Google indica que lo mejor es hacerlo ante la Condusef (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros).
Ahí contestan siempre personas muy amables (igual de amables que los telefonistas de Santander, caray), que te dicen con la mayor cortesía del mundo que no es mucho lo que pueden hacer.
Bueno… te lo dicen sin decírtelo, porque en principio y para alimentar tu esperanza, te piden que levantes ante ellos la denuncia, que registres tus datos personales. De ahí te dan un número de folio, para que lo uses en adelante.
Y viene lo bueno. La amabilísima voz te explica que tu denuncia empezará a surtir efecto a partir: ¡del 31 de enero de 2015!
De ahí sólo queda colgar frustrado, y esperar a que pasen los días y las miles de llamadas santanderinas que recibirás durante los próximos 59 días… o para siempre.

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