jueves, 30 de agosto de 2012

Ser Diputado federal

Uriel Flores Aguayo
Diputado al Congreso de la Unión

Por circunstancias de la vida y como parte de mis actividades públicas me corresponde ser Diputado federal en representación directa de los ciudadanos del distrito 10 del estado de Veracruz, con cabecera en Xalapa. Son momentos y escenarios que uno piensa o no pero que se presentan como una coyuntura de oportunidades que se aprovechan o no. En si misma la función del legislador federal es interesante y puede ser útil, otra cuestión a considerar es que está revestida de cierta importancia en el imaginario popular.
Para poner los pies en la tierra e intentar un mejor papel es necesario partir de la pésima fama, ganada a pulso, que tienen los Diputados, colocados, junto a los políticos en general, en los más bajos niveles de reconocimiento social. De los Diputados se habla mal o, peor todavía, no se habla nada de ellos, como si no existieran, en una omisión vergonzosa. Los dichos sobre los Diputados son muy comunes y actuales: que nunca regresan con sus electores, que no trabajan, que tienen puros privilegiaos y que sólo van a las sesiones a apretar un botón para votar (antes se les decía “levanta dedos”).
Asumo como parte de la fundamentación y el contexto del puesto publico que ya ocupo, que los votos que me dieron la mayoría tienen una variedad de ingredientes y son resultado de muchas motivaciones, entre las cuales ocupa un lugar central que se trate de una elección simultanea a la presidencial y que, en Xalapa, se levantó una ola anti PRI y pro AMLO; hay que recordar, para poner el tema en perspectiva, que obtuve mayoría en 483 de 486 casillas y que Peña Nieto, quedó en tercer lugar en este distrito.
La contundencia y tamaño de la votación que hace posible que yo sea Diputado federal me honra pero, sobretodo, me traslada una enorme responsabilidad. Por lo que sea y como sea casi ochenta mil Xalapeños, solo del distrito 10, me depositaron su confianza. Si aceptamos que el Xalapeño en general está informado y es critico, tenemos que entender que no entrega cheques en blanco y que va a estar muy pendiente de mi labor; lo se y lo asumo.
De las obligaciones y el papel en general de un diputado, que es variado y hasta discrecional, yo me quedo con lo que, para mi, es lo mas importante: que sea un autentico representante de la nación y popular. Que entienda que no se representa así mismo o a un partido, tanto la candidatura como la organización política que lo postuló son el medio, que su labor es ser voz de las posturas de sus votantes, lo cual implica, entre otras cuestiones, estar en contacto con la gente, escucharlos, fomentar su participación y dar resultados tangibles. Para el mejor desempeño de mis funciones requiero llevar una relación institucional, respetuosa y de colaboración, con los demás representantes populares – Senadores y Diputados-, el Gobernador del Estado y la Presidenta municipal. El respeto y la eficacia en esta relación son básicos, requiero canales de gestión para presentar las inquietudes, propuestas y necesidades que me haga llegar la gente. La diversidad de origen partidario más que un defecto es una virtud, pone a prueba nuestra calidad política y nuestros alcances democráticos; cualquier tipo de bloqueo y sectarismo hace mas daño al que lo origina que al que lo recibe.
Después de tomar protesta e iniciar el primer periodo de sesiones, todavía sin oficina en “San Lázaro”, voy aclarándome y comparto la ruta mas formal de mi trabajo legislativo: las comisiones se integran hasta finales de septiembre, el presupuesto de la federación se aprueba en diciembre y se empieza a ejercer por ahí de febrero y marzo del próximo año; Esto implica que los proyectos de desarrollo social y de infraestructura de los que hemos hablado para Xalapa, podrán verse en siete u ocho meses. De todos modos, el próximo lunes arranco mis actividades de atención ciudadana, continuando mi contacto con los medios de comunicacion, con labores de oficina personal lunes y viernes, asistencia al DF de martes a jueves, y recorridos los sábados y domingos. Voy a poner todo mi esfuerzo para estar a la altura de las expectativas de los Xalapeños, no me voy a alejar, voy a estar muy activo en su defensa, no los voy a defraudar y aspiro , a demás de hacer un buen papel, a andar dentro de tres años tranquilo y feliz por las calles de mi entrañable Xalapa. 
Recadito: como dijo un presidente municipal veracruzano: “protesto pero estoy de acuerdo “.

Ufa.1959@gmail.com 

jueves, 16 de agosto de 2012

ÓRGANOS GARANTES DE TRANSPARENCIA Y CRIMEN ORGANIZADO

Ernesto Villanueva *
México DF

El viernes pasado asistí a impartir la conferencia magistral de clausura del Primer Congreso Jurídico de la COMAIP (la organización que organiza a los órganos garantes de transparencia del país) sobre los retos del diseño institucional de transparencia. Ahí afirmé varias debilidades del diseño y de quienes integran o han integrado los órganos garantes. Veamos.
Primero. Los órganos garantes de la transparencia (llámense comisiones o institutos) surgieron con los mejores augurios y con la esperanza razonada de que habrían de fortalecer el novedoso derecho de acceso a la información pública. En el 2002 las circunstancias políticas no permitieron crear una Ley General (es decir aplicable a la Federación, entidades federativas y municipios) pero sí una ley parcialmente federal y una en cada entidad federativa con su respectivo órgano garante. 
Eso creó una gran burocracia, pero se pensó que era más el riesgo para el país no construir ese amplio andamio jurídico que edificarlo. Así se hizo. Los resultados fueron desiguales. 
Lo grave fue que las debilidades de los órganos fueron cada día más claras, de ahí la propuesta de Enrique Peña Nieto de dar un giro a lo que se ha hecho mal en los hechos aunque en el papel y en los comités de diseño se veía como una solución jamás, como un problema. A diez años de haber adquirido carta de naturalización formal el derecho de acceso a la información tiene frente a sí el reto de reformarse de manera sustantiva.
Segundo. Las razones de esta gran reforma probable no son pocas: a) Los órganos de transparencia violando la ley y su imparcialidad se convirtieron de facto en asesores o de plano redactores de las respuestas de información pública de los sujetos obligados particularmente del Ejecutivo; b) Algunos comisionados han sido denunciados por pornografía infantil; c) Otros se han convertido en elementos de legitimación y confirmación de negativas de información de cosas tan absurdas como sueldos de servidores públicos y gastos de publicidad oficial; d) Algunos más han sido acusados de acoso a sus compañeras consejeras o comisionadas ; e)Hay quienes se autootorgaron bonos ilegalmente; f) Hubo quienes crearon solicitudes ficticias para abultar el número de requerimientos con el fin de contar con mayor presupuesto; g) La gota que derramó el vaso fue la infiltración del crimen organizado y el narcotráfico en los órganos de transparencia. 
En efecto, el presidente de un órgano de transparencia está siendo investigado por la SIEDO de la PGR por sus lazos con “La Familia Michoacana” y/o “Los Caballeros Templarios”, reconocidas organizaciones delictivas de alto impacto y que han sustituido en muchos partes las funciones reservadas al Estado mexicano. No podía pasar nada peor a los órganos garantes que esta presumible vinculación, según revelan audios en poder de la autoridad correspondiente y por razones del sigilo de la averiguación previa en curso no debe hacerlas públicas por ahora.
Tercero. En este contexto no es de extrañar que se quiera hacer una cirugía mayor al entramado legal actual para reconducir la transparencia hacia mejores destinos de los que ahora señalan estudios de distintos organismos nacionales e internacionales. 
El más reciente del Foro Económico Mundial no ubica en modo alguno a México ni con medalla de bronce en transparencia, sino muy lejos de ella, a pesar de los cuantiosos recursos que se han destinado a este fin con resultados lamentables por nuestra subcultura política y grandes dotes para la corrupción y la simulación. 
Lo único que en esta materia no podemos hacer es dejar las cosas como están. Hay activos importantes en la actualidad que por su talento y experiencia pueden aportar al país para cambiar lo reformable como Oscar Guerra Ford del Distrito Federal, presidente del INFODF; Raúl Ávila, comisionado de Oaxaca; Blanca Lilia Ibarra, presidente de la CAIP de Puebla y Jorge Gasca, presidente de la Comisión de Campeche, entre algunos más. 
En esta reforma necesaria hay que aprovechar a quienes han demostrado aquellas partes que sí funcionan para aprovechar su experiencia para innovar manteniendo aquella parte de la continuidad que ha dado resultados. Habrá que ver si la necesidad de cambio logra ganar la partida a la inercia y a la burocracia que hará todo para que nada cambie.

(*) Opinión del especialista en asuntos de transparencia y libertad de expresión e investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Ernesto Villanueva

Twitter: @evillanuevamx