viernes, 4 de marzo de 2011

EL Poder de la Prensa

Columna 33
Carlos Lucio Acosta

- EL Poder de la Prensa
- ¿La Cuota, del  Silencio?

La orden giró en dirección a la búsqueda de presupuestos sobre ciertos artículos para regalar a personas de un perfil rigurosamente selecto.
Instrumentos de trabajo cotidiano que no sólo distinguen a los que los envían, sino también, prestigian a quienes los reciben.
Una pluma fuente para agradecer ciertos favores a reducido grupo de empresarios de la industria de la comunicación social e influyentes periodistas de medios impresos, radiales, televisivos y de internet.
La instrucción salió de oficina ubicada en una de las esquinas conformadas por el histórico edificio de Palacio de Gobierno del Estado de Veracruz.
No se dijo, tampoco se preguntó, si el epicentro del despacho, del cual salió la orden específica, está en la planta alta o en la baja del inmueble.
La satisfacción del quedar bien al precio que las circunstancias técnicas, humanas u operativas determinen, no tuvo límites económicos.
No sólo requirieron cotizaciones de modelos específicos en Montblanc Boutique México, sino también triangularon información con la Montblanc International-GmbH, empresa con oficina matriz en la ciudad de Hamburgo, Alemania.
El pedido no es complejo como para no entender en la primera lectura del listado detallado sobre hoja de papel bond multiusos, de 75 gramos, utilizado por impresores, fotocopiadoras y máquinas de escribir, entre otros.
Tome nota por aquello de las malditas dudas o de los benditos aciertos.
1.- La Limited edition myster y master pieee, creada en colaboración de Montblanc y Van Cleef & Ar pels. Únicamente fabricaron nueve, cada una con 840 diamantes y más de 20 kilates de piedras preciosas. Considerada hasta el momento como la pluma más cara del mundo, con precio es timado en unos 730 mil euros.
2.- La Montblanc Ághata Christie, estilográfica, valorada en unos tres mil euros
3.- La pluma fuente Montblanc en honor a Ganhdi, edición limitada, valorada en 25 mil euros.
4.- La Montblanc Unicef, con zafiro, estimada en once mil euros y
5.- EL modelo Meisterstuck, maestro de la escritura, en español, el cual se caracteriza porque en el plumín está la inscripción cuatro mil 810, que representa la altura del Monte Blanco, considerado como uno de los nevados más grandes del mundo.
EL material de la pluma es biselado en oro y platino, el cuerpo es negro, de resina natural con forma redondeada. El número de referencia no se ve a simple vista. Su precio en el mercado resultó imposible conocer.
Estos artículos de escritorio se venden, a petición del comprador, con el nombre o iniciales grabadas del destinatario.
La empresa fundada en 1906 por Claus Johannes Voss, Christian Laussen y Wilhem Dziambor, recibió pedido de cinco piezas de cada uno de los cinco modelos descritos, haciendo un total de 25 plumas de indiscutible calidad e incuestionable prestigio.
Una ligera operación matemática arrojaría abundante luz sobre este tema de apariencia inofensiva al lastimado erario público.
Si multiplicamos por cinco el costo unitario de los cuatro modelos de plumas, tendríamos un total de cuatro millones 245 mil euros.
EL euro es la moneda oficial en más de los treinta y dos estados miembros de la Unión Europea  (EU).
En la tabla de cotizaciones del martes ocho de febrero del 2011, la conversión del peso mexicano frente al euro era de 16.12 a la compra y de 16.40 a la venta.
Esto significa que los cuatro millones 245 mil euros, representan alrededor de 72 millones de pesos mexicanos.
No tendría la menor importancia parafraseando al actor mexicano Antonio Espino "Clavillazo", si las finanzas del gobierno del Estado no atravesaran "por una circunstancia compleja que obliga a hacer ajustes en el gasto corriente".
El Programa de Deducción del Gasto Corriente 2011 para el Estado de Veracruz, habla de aplicar medidas de eficiencia, ahorro, control, racionalidad y disciplina, "para tener unas finanzas sólidas, destinadas al desarrollo económico y social...”.
¿Alrededor de 72 millones de pesos mexicanos en la compra de 21 plumas de la marca Montblanc como medida de reconocimiento a industriales de la noticia y empresarios de la comunicación social?
Si la operación se llevó a cabo o no, esa es otra cosa, lo cierto es que el intento se hizo por los conductos conocidos y conocibles.
Este tipo de presuntos regalos, teniendo en frente una deuda cercana a los 90 mil millones de pesos, puede poner en tela de duda la versión conocida de que el gobierno de Veracruz está quebrado.
Sólo para tus ojos...
¿Hasta qué punto será cierto que grupo  selecto de extranjeros trabaja en el gobierno de Veracruz?

jueves, 3 de marzo de 2011

¿Y tú qué plan?

DE INTERÉS PÚBLICO
Emilio Cárdenas Escobosa

Existe una impresión colectiva en los días que corren en Veracruz de indefiniciones y poca claridad en el rumbo gubernamental al llegar a los primeros 100 días de gestión del gobernador Javier Duarte de Ochoa. Esta percepción se afianza al observar el complicado arranque de su administración con una muy grave crisis de liquidez, con deudas y compromisos heredados por Fidel Herrera Beltrán y aún no saldados; con un enrarecido clima de inseguridad en el que los hechos delictivos se suceden un día tras otro pese a los discursos de la mano firme; con la suspicacia popular respecto a que las revisiones de cuentas de la pasada administración de la que tanto se ha hablado y de las que se esperaría sanciones a los responsables, se quedarán en el anecdotario de la impunidad, puesto que el peso de la ley solo se ha aplicado, hasta ahora y a medias, a unos cuantos ex ediles de municipios pequeños; el parto de los montes, pues, en estos primeros tres meses. 
Es claro que el fenómeno de la corrupción que adquirió proporciones gigantescas en el sexenio anterior y que explica en su mayoría el desastre actual de las finanzas públicas, los retrasos en los pagos a empleados y proveedores del gobierno, los despidos de burócratas y todas las medidas de ajuste para ahorrar 6 mil millones de pesos en este año, requiere algo más que programas de ajuste o austeridad para recuperar parte de lo perdido. Demanda auditorías de fondo, revisión real de estados financieros de las entidades gubernamentales, pero sobre todo la determinación de exigir rendición de cuentas y aplicar la ley.
No sobra recordar que en la entidad tenemos un marco jurídico que regula al poder público y al que deben sujetar invariablemente sus actos todos los depositarios de la voluntad popular y los funcionarios del Estado. Si queremos una convivencia democrática sustentada en el equilibrio de poderes, la rendición de cuentas y el apego de gobernantes y gobernados a lo que marca la ley, como se repite en discursos y declaraciones, no hay sino cumplir sus dictados.
Definitivamente, para lograr la eficiencia de la gobernabilidad y abatir los niveles de corrupción, es fundamental desarrollar mecanismos legales más eficaces para garantizar la transparencia en la función pública y erradicar la impunidad. Es sabido que el principal problema que distorsiona la relación entre gobernantes y gobernados se da cuando los ciudadanos perciben que los recursos públicos no son manejados adecuadamente y existe la convicción de que los cargos públicos se buscan para responder a intereses particulares y, desde luego, para hacer buenos negocios.  Y no pasa nada.
En el Veracruz de hoy donde ha campeado la fórmula corrupción-impunidad, los partidos políticos, servidores públicos, legisladores, dirigentes partidistas y todos los funcionarios estatales y municipales requieren hacer un esfuerzo titánico para reencauzar la nave y con ello recuperar la credibilidad. De otra manera, por más anuncios que se hagan, por más consultas públicas para formular el Plan Veracruzano de Desarrollo se lleven a cabo, volvemos al punto de arranque: la desconfianza y el alejamiento del ciudadano, la profundización del desaliento ante la crisis de oportunidades y de ingresos remuneradores, la ausencia de incentivos a la inversión privada y, desde luego, la carta abierta a la acción de los delincuentes.
Con todo, habemos quienes pensamos que las cosas pueden ser distintas. Que no es mucho pedir que se fomente una cultura de la legalidad, de transparencia, de rendición de cuentas, de acceso a la información pública, de vigilancia del correcto uso de los recursos, de auténtica austeridad y sobriedad en el ejercicio de los cargos públicos, todo lo cual sería la mejor manera de combatir la corrupción y reivindicar a la actividad política como una profesión responsable, seria y honorable. ¡Y vaya que nos hace falta!
La política no es una actividad de puros ni de almas de la caridad, pero si está en manos de gobernantes jóvenes se espera siempre un ejercicio distinto, más fresco, con altura de miras, sin retorcimientos ni ataduras al pasado, que quiere servir para en verdad trascender. Ya veremos en los meses y años por venir si esto es así. Falta aún camino por recorrer y todos tenemos el beneficio de la duda.