viernes, 24 de julio de 2015

Xóchitl Osorio Martínez, sin registro de su cédula profesional

  • Implicada en los desvíos de fondos.
  • Entregan la SEV a la Secc 32 del SNTE

Marco Antonio Aguirre Rodríguez

Xóchitl Osorio
Javier Duarte de Ochoa al nombrar a Xóchitl Adela Osorio Martínez como secretaria de educación de Veracruz mandó un mensaje muy claro: la educación en Veracruz no le interesa.
Y tan no le interesa que la nueva titular de la Secretaría de Educación de Veracruz, carece de cédula profesional de licenciatura y de la maestría que presume, según arroja el Registro Nacional de Profesionistas de la Secretaría de Educación de Veracruz.
Xóchitl Adela presume ser “maestra”, además de profesora, pero en la SEP tampoco hay registro de esto.
Ella ha sido durante 16 años subsecretaria de Educación del estado, antes del nombramiento como titular que se le acaba de dar este lunes 20 de junio. Y todo este tiempo ha transcurrido sin que sus títulos estén inscritos en la SEP.


Xóchitl Adela Osorio Martínez, "no se encontraron resultados"

De hecho un profesor de la Normal Veracruzana, de donde presuntamente egresó, dijo no recordar que se haya graduado de la institución y su paso por la misma la percibe como algo muy lejano.
El sistema del Registro Nacional de Profesionistas arroja cuatro Xóchitl Osorio, pero ninguna con el apellido Martínez.
Pero además su paso por la institución ha estado lleno de irregularidades, insuficiencias y desvío de recursos.
Pero además, Xóchitl Adela en lugar de que Javier Duarte le diera el nuevo nombramiento, debió ser removida, porque ella, como subsecretaría de Educación, fue la directamente responsable del faltante de 6,178 millones de pesos por aplicarse en el área de educación básica del estado, tan sólo en los años 2010-2011, de acuerdo con las irregularidades detectadas por la Auditoría Suprior de la Federación y que fueron denunciadas por el representante de “Mexicanos Primero”, Claudio X. González, el 12 de marzo de 2014:
"6 mil millones de pesos en dos años. ¿Maestra Xóchitl, qué haría usted con 6 mil millones de pesos? Maravillas, ¿verdad? Ni nos imaginamos esa cifra. Esa cifra que se perdió aquí, es un chorro de lana", expresó Claudio X. González.
Su presencia en el cargo sólo ha servido para garantizar las prebendas de la sección XXXII, pero sobre todo de su dirigente, Juan Nicolás Callejas Arroyo.
Su historial académico es más bien malo, pero desde un principio se acercó a Callejas Arroyo.
Su llegada, hoy, es una contraposición con el último movimiento por la educación en los estados de Enrique Peña Nieto, después de que se desapareció el Instituto para la Educación Popular de Oaxaca, para quitárselo a la sección 22, mientras que aquí se le entrega a la 32, que además es una de las más cercanas a Elba Esther Gordillo, quien sigue presa.
septiembre de 2013 en una reunión con profesores no supo explicar “las bondades” de la Reforma Educativa. La nota del evento (firmada por Raymundo León) apunta que:
“Pasados unos minutos de exposición, nadie pudo aguantar más y los trabajadores de la educación comenzaron a cuestionar a la subsecretaria acerca de detalles de la mencionada reforma y sus leyes secundarias que se habían pasado por alto  y que como la funcionaria no respondía claramente a las preguntas que se le hacían, el cuestionamiento pasó a risas sarcásticas y después a abucheo mayoritario”.
Ahí también salió su faceta autoritaria e intolerante cuando la entonces subsecretaria “encrespada, se puso de pie ante los trabajadores de la educación y acto seguido, aseguran que dijo que quienes la abucheaban se pusieran de pie y que lo hicieran de frente, cara a cara, y que como resultado obtuvo un abucheo más intenso y generalizado. Ante lo cual dio por terminada la reunión y tuvo que retirarse del lugar”.
El esquema lo repitió días después, cuando llegó a la escuela Rébsamen de Xalapa y amenazó a padres de familia y maestros que habían tomado el plantel en protesta por la Reforma Educativa, a quienes además violentaron con personal de seguridad para romper los candados que impedían el acceso a la escuela. “Lástima que no sé quién eres tú y tú y tú”, amenazaba a los manifestantes.
La misma Xóchitl Adela, en su mantenerse en la Subsecretaría, en agosto de 2005, hace casi 10 años, dijo que las cuotas escolares eran necesarias, que las fijaban los padres de familia y que los maestros no debían meterse en su administración.
Su paso por la instancia ha estado lleno de conflictos, y en octubre de 2013, cuando la enviaron a resolver un plantón de maestros en Zongolica, lo único que hizo fue dejarlos más enardecidos porque ninguna respuesta les llevó.
Durante el foro “Retos y Perspectivas de la Educación Indígena”, realizado el 12 de marzo de este 2015 en el municipio indígena de Tequila, profesores del Movimiento Magisterial Popular reclamaron las malas condiciones laborales en que se encuentran.
En su cargo como subsecretaria nunca hizo algo benéfico para las escuelas del estado, por eso se montaba en la entrega de beneficios del gobierno federal, como los del programa “Escuelas de Excelencia para Abatir el Rezago Educativo”, realizado el 18 de febrero en Martínez de la Torre, donde se distribuyeron 10 millones de pesos para planteles de la zona, los cuales fueron contenidos en tarjetas electrónicas, para evitar que quedaran en manos de la Secretaría de Finanzas del gobierno del estado o de la misma Secretaría de Educación de Veracruz.
Vaya a Xóchitl Adela ni siquiera se ha preocupado por la escuela unitaria a la que le dieron su nombre, allá, en la localidad de Tlaxopa, municipio de Huatusco, el 21 de abril de 2010. Como es una escuela de carácter ecológico, el piso es de tierra y las paredes son de varas y el techo de láminas de plástico. 5 años después ¿cómo estará ese plantel?.
Xóchitl Adela no va sola en este apropiarse de la SEV, si no que desde antes se le pegó a uno de los favoritos del fidelato durante la gestión de Javier Duarte, el ahora Oficial Mayor de la SEV, Vicente Benítez González, quien además de ser cercano a Javier Duarte busca ser candidato a diputado local el próximo año, por algún distrito del sur de Veracruz.
De entrada tanto Xóchitl Adela como el ahora secretario de Gobierno, además de permitirle manejar recursos de forma libre, lo impulsan a que haga presencia en el sur del estado, como el 25 de febrero, cuando en Coatzacoalcos se entregaron las promesas de dotación de 16 tarjetas de videovigilancia para escuelas secundaria de la zona, las cuales nunca llegaron.
La allegada de Callejas Arroyo también gusta de la simulación y el 3 de febrero de 2014 afirmó que “en coordinación con los 212 municipios, para el ciclo escolar 2014-2015, pondrá énfasis en la alfabetización digital en adultos mayores, con el objetivo de que aprendan el uso de las nuevas tecnologías y, paralelamente, promoverán que la niñez replique en sus hogares el aprendizaje del correcto uso de las tecnologías”.
El programa nunca se implementó y en las escuelas de Veracruz no existe equipo tecnológico para que los niños y jóvenes conozcan –por lo menos- las nuevas tecnologías.
Así pues, Javier Duarte, en su pretensión de gran místico del estado, no tiene empacho en demostrar que la educación pública, es algo que no le interesa.

miércoles, 22 de julio de 2015

El gasto de gobierno en prensa, ya no debe ser así

Miradas de reportero
Rogelio Hernández López

Nos vamos a espantar, otra vez, cuando confirmemos que en un solo año se destinaron unos 15 mil millones de pesos de recursos públicos para medios de comunicación, de publicidad y de prensa; gasto que cubriría los presupuestos del Instituto Politécnico Nacional y de la Universidad Pedagógica Nacional, juntos.
Veamos este asunto con sencillez, pero muy en serio. Es demasiado importante como para sumergirlo en la solemnidad que aburre, o desdeñarlo por el ejercicio nacional de especulaciones sobre El Chapo, que ya cansa.
El asunto es que los gobiernos de los municipios, de los estados y el de Enrique Peña Nieto ya no deben gastar en medios de difusión masiva con las mismas maneras del siglo pasado. Las formas en que se opera ese gasto ya generan más problemas de los que resuelven.
Tienen que revisarse a fondo la estructura de ese gasto, sus intenciones y sobre todo al sujeto político que decide montos y objetivos. Es buena la intención de normar y transparentar este gasto con una ley general, pero muy insuficiente. Se necesita mucho más.
¿A QUIÉN LE INTERESA?
Me parece que les conviene pensar en el tema a mis colegas sufrientes por ingresos magros de publicidad gubernamental, porque muchos son dependientes de ello.
El asunto también puede interesarles a mis amigos, y a otros ignotos, en puestos de mando de oficinas de comunicación social pública, porque sufren de migraña cada que miran la lista de pagos a medios y periodistas `porque no les alcanza la bolsa y encima de eso los regañan cuando aparecen notas adversas.
Ilusiono que el tema podría provocar algún interés a los legisladores locales y federales que tienen atoradas al menos 20 iniciativas de ley para regular el gasto público en publicidad, doce de ellas en el Congreso de la Unión.
Igual deseo que algo de esto llegue a los estrategas de comunicación política que hubiera en la Presidencia de la República y la Secretaría de Gobernación y les remueva algo para que comiencen a invencionar las  alternativas que mucho necesitan.
GASTO INCONTROLABLE
Fundar y Artículo 19 informaron hace unos días que el gobierno federal de Enrique Peña Nieto calculó gastar 4 mil 195 millones de pesos en publicidad oficial durante 2013 pero en realidad erogó 7 mil 119 millones. (http://fundar.org.mx/sin-reglas-claras-gobierno-federal-realiza-gasto-historico-en-publicidad-oficial/#.VagU0KR_Oko)
Por estos organismos se sabe que lo presupuestado en este rubro en el gobierno federal siempre es menor al gasto real. Entonces preveamos gastos igual de monumentales en 2014 y 2015, y no sólo en la federación sino también en los otros dos niveles de gobierno.
Antes habían informado que 26 gobiernos estatales destinaron 5, 377 millones de pesos en publicidad oficial durante el 2012. De los otros 6 no se sabe porque son más opacos para informar. De los municipios, se puede inferir por informes distintos que su gasto aproximado ascendió a más de 1,522 millones de pesos en un año. 
Con esas cifras, aplicando la tasa de inflación y los costos de la mala práctica de gastar más de lo autorizado en ese rubro, se puede estimar conservadoramente que los gobiernos estatales gastarían en 2014 unos 6 mil millones y los municipales alrededor de 2 mil millones. 
De estados y municipios sumarían 8 mil millones más los 7 mil millones del gobierno federal. Conservadoramente ese sería el tamaño del gasto. Menos de tales 15 mil millones de pesos tuvieron de presupuesto en 2014 el IPN y la UPN juntos. 
Pero el problema mayor no está en los montos, sino en las formas y las intenciones.
MODELITO VETUSTO
En estos días de julio testificamos el escrutinio, también colosal, que sufrió el gobierno federal por el caso de Joaquín Guzmán por parte de editorialistas, columnistas y reporteros en medios de prensa industrializados, incluso de los más rigurosos o moderados. En la prensa digital y en las redes sociales la fiscalización fue sin retenes.
Tal clima mediático sirve de ejemplo de los bajos niveles de credibilidad del gobierno de la federación y sirve para ratificar que el modelo de comunicación política del Estado mexicano está haciendo agua por decrepitud.
Al respecto tomo la hipótesis de trabajo del investigador académico Javier Esteinou Madrid, quien sostiene en uno de sus ensayos que “el Estado mexicano se convirtió en una entidad inepta para resolver los grandes problemas del modelo de comunicación política en México”.
Sostiene que para lograr una auténtica transición política en México no se debe dejar más esta responsabilidad orgánica (de informar y crear consensos) en manos del poder mediático, refiriendo a los monopolios que acaparan información, mercado, publicidad e imponen agendas públicas (http://www.trife.gob.mx/sites/default/files/36_modelo.pdf)
Dicho de otra forma, ese barco hace agua desde hace tiempo. Y uno de sus boquetes --el más rupestre-- es el gasto público en publicidad en municipios, estados y en la federación, porque ha ido perdiendo efectividad como instrumento de gobierno para informar y crear consensos para la gobernabilidad. Incluso padece crisis recurrentes por la mala práctica de usarlo como herramienta política de control del periodismo. 
Los mandones de gobierno y en especial sus diseñadores de la comunicación política (que seguramente tienen) deben revaluar fenómenos relativamente recientes que hicieron más inútil al modelo de gasto publicitario pero que insisten en mantener como su herramienta más poderosa para influir en la difusión de mensajes.
Hay nuevos actores en el mercado de la información: los medios públicos electrónicos han tenido un desarrollo lento pero firme; los periódicos digitales ya son miles; el periodismo de investigación –al que se menosprecia y agrede con frecuencia—sigue creciendo tanto en medios tradicionales como en portales de internet. Estos actores y otros podrían ser contrapeso informativo de los medios industriales monopolizados. Pero necesitan ser comprendidos como necesarios para elevar la ciudadanía y la construcción de consensos. Deberían recibir parte proporcional del gasto publicitario. Ese sería el cambio radical en la relación de gobernantes con los medios de prensa y la sociedad.
El modelo del gasto publicitario  es el mismo que nació con Lázaro Cárdenas. Su anacronismo les causa dolores de cabeza permanentemente. En los estados y muchos municipios sus titulares insisten en aplicar ese instrumento para el control de la prensa y los periodistas críticos “premio a los amigos y castigo a los adversos”.
Esas prácticas añejas para el gasto publicitario además de estimular malas prácticas corruptoras, fomentan atmosferas de confrontación para medios y periodistas críticos, y la consecuente descalificación los vulnerabiliza “para beneplácito de los agresores”, como dijo Darío Ramírez al informar que tan solo en 2015 los agravios contra medios y periodistas pasaron del promedio de 6 por semana en 2014 a 9 semanales en 2015 y que el mayor porcentaje de atacantes fueron servidores públicos, como siempre.
El modelo de comunicación política tiene que cambiar integralmente. Hay muchos parches en la constitución y en distintas leyes, incluso estatales. Su columna central, que es el gasto público publicitario, tiene que reestructurarse atendiendo a las nuevas necesidades y exigencias de la sociedad organizada y a los nuevos actores de la información de prensa. Aún estamos a tiempo.

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