lunes, 25 de agosto de 2014

Equidad/Igualdad

Catarsis
Elsa de León A.

Desde hace muchos años y desde muchas instancias, en el mundo y en México se lucha contra la desigualdad.
El primer y gran ejemplo que me viene a la mente es la lucha que durante años sostuvo Nelson Mandela, quien estuvo 28 años encarcelado por el régimen que impulsaba el Apartheid, la segregación racial en Sudáfrica. Muchos conocemos la hazaña de Madiba, que peleó en contra de la supremacía de la raza blanca sobre las personas de color. Esa situación era por demás aberrante y el derecho internacional lo catalogó como un crimen de lesa humanidad. La historia la sabemos.
Otro caso de diferente índole pero raíces iguales, de lucha por la igualdad de derechos humanos, fue por el que se sacrificaron y siguen trabajando miles de mujeres en el mundo, para lograr la emancipación de la mujer, la liberación femenina o la liberación de la mujer.
Esa lucha se refiere al proceso histórico para “lograr” y en algunos casos conseguir la igualdad legal, política, profesional, social, familiar y personal, que tradicionalmente se había negado a las mujeres. Han de saber, estimadas lectoras y lectores, que hubo un momento de la historia en que se debatía para definir si la mujer debía ser considerada humana o no.
De ahí se desprende una terminología discriminadora. La doctora Irma Aguirre, Subdirectora de Cambio Cultural en el Instituto Nacional de las Mujeres comenta, por ejemplo, que “fémina” parece que quiere decir de “fe mínima” y se duele de que está mal usado en la actualidad, porque denosta, minimiza y vulnera a la mujer.
Todo esto se los platico porque fui invitada al taller “Medios de comunicación: El medio para avanzar en la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres”, que organizó el Gobierno del Estado de Veracruz, a través de la Secretaría de Gobierno. La encargada de organizar el evento fue la maestra Mónica Mendoza, enlace de comunicación social de esa dependencia.
Yo quise asistir porque el tema de la equidad de género me parece muy interesante y hasta cierto punto desconocido, pues siempre lo había relacionado con la violencia hacia las mujeres, pero incluye muchas más acciones.
Para mi sorpresa, la equidad se ha convertido en una tesis que no debemos dejar pasar desapercibida, porque ha variado en muchos contextos.
Por ello asistí y comparto con ustedes mi experiencia en esa mañana.
Resulta que el lenguaje y las palabras, y quien las emite tienen una gran responsabilidad. Los comunicadores o periodistas, por desconocimiento, a veces las emplean de manera equivocada, en particular cuando se trata de hablar de equidad o igualdad de género o con enfoque de género.
Hay palabras que pueden ser mal utilizadas, como la que mencioné anteriormente, “féminas”, que a mí en lo personal nunca me ha gustado porque se me figura que aglutina a un grupo de mujeres de manera peyorativa. Sin temor a que alguien se moleste, diré que no me gusta.
Pero el punto es que afortunadamente la equidad ha devenido en seguir trabajando en el contexto de que se vuelva igualdad. “Equidad” es un término que tiene que ver más con equilibrio, e “igualdad” tiene que ver más con que los derechos y los tratos sean iguales tanto para hombres como para mujeres o cualquier grupo de personas.
El taller tuvo el objetivo general de avanzar en el cumplimiento del Objetivo Transversal 1: “Alcanzar la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres y propiciar un cambio cultural respetuoso de los derechos de las mujeres”.
Los medios de comunicación son muy importantes porque transmiten los mensajes, y esos mensajes son hechos por hombres y mujeres con una formación o deformación educativa, cultural, informativa, o de cierta preferencia.
Se sigue luchando sobre la carga cultural y genética que muchos traemos a cuestas en la sociedad y debemos desterrar cualquier palabra o escrito que denoste a una mujer, a un hombre o a una persona con otra preferencia sexual, todos somos humanos.
La bienvenida estuvo a cargo de la licenciada Luis del Carmen Freinet Aguilera. Los temas de perspectiva de género e igualdad, Marco Legal para las Políticas Públicas y Medios de Comunicación y Lenguaje Incluyente, no sexista, estuvieron a cargo de la doctora Irma Aguirre, Subdirectora de Cambio Cultural del Inmujeres.
Los Mecanismos de Protección de Derechos Humanos de las Mujeres estuvo a cargo del licenciado Pablo Navarrete Gutiérrez, Coordinador de Asuntos Jurídicos del Inmujeres. La comunicación social: Plataforma para el posicionamiento de las políticas de igualdad fue desarrollado por la licenciada María Eugenia Dávila García, Directora General de Comunicación Social del Inmujeres, quien hizo el cierre del evento.
La clausura la realizó el Coordinador de Asesores de la Secretaría de Gobierno, licenciado José Alfredo Palma González.
Muy interesante resultó este taller y espero que nos sirva para seguir instruyéndonos y ponernos al tanto de que todos somos hombres y mujeres, y que todos tenemos derechos y obligaciones y sobre todo, nos debemos respeto e igualdad.

Sus amables comentarios a: edla_2013@icloud.com

Elegía para Guillermo

Sin tacto
Sergio González Levet

No sé qué decirle a nuestros estimados amigos Martha Pozos y Manuel Rosete, a sus queridos hijos Manuel y Gerónimo, a una pequeña de diez, once años que se preguntará en adelante por qué el mundo es así. No sé qué expresar en este momento de tanto dolor por la pérdida de un hombre de bien, de Guillermo Pozos Rivera.
No sé qué redactar, y por eso recurro a Miguel Hernández, ese enorme poeta que nos enseñó a decir el dolor. Por eso hoy sólo les comparto la Elegía de don Miguel, y dejo que ella les diga lo que hoy yo no sé cómo:

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

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