lunes, 26 de julio de 2010

COBRONES

Cosas Pequeñas
Juan Antonio Nemi Dib

Por algo dicen los viejos que no es prudente escupir al cielo. Aquí una historia que lo confirma: hace años acompañaba a un amigo hasta las oficinas de una tarjeta de crédito por el sur del DF. Mi cuate intentaba un poco de orden y hasta donde se lo permitían en esa gigantesca corporación transnacional, protestar por los cobros indebidos, la demora en el asiento de los abonos (que parecía deliberada para cargar de más al estado de cuenta), extrañísimos e incomprensibles cálculos en los tipos de cambio, en fin... Eran principios de la década de los 80.
Vista la prepotencia de esos prestamistas de dinero plástico, me propuse no utilizar nunca sus servicios, aunque eso significara renunciar a una llave que prometía abrirlo todo y, especialmente, al estatus que implicaba el tener una de esas, o varias, como en la familia de mi colega. Cumplí mi propósito durante más de 2 décadas, hasta que otra amiga que las promovía profesionalmente me convenció (no en poco tiempo ni a la primera ocasión) de caer en las redes del consorcio y comprarles una tarjeta de crédito nada barata (ni en la anualidad ni en los intereses) pero que supuestamente permitía acumular millas de avión para obtener viajes gratis, con la “ventaja” adicional de que ahora aceptan pagos parciales contra una “módica” tasa de interés.
En cierta ocasión que tuve necesidad de cubrir unos honorarios médicos en el extranjero decidí estrenar la flamante tarjeta y les llamé anticipadamente para avisárselos. Me dijeron que no me preocupara, que podía usarla con confianza, pero a la hora de cubrir la factura -justo como yo temía- no autorizaron el cargo. Acabé pagando con mi tarjetita mexicana de siempre, preguntándome por qué caramba había caído yo en el garlito, gastando algo así como 300 dólares de cuota por una tarjeta rascuache.
Pero como premio, a partir de entonces empezó mi personalísimo viacrucis: al menos 3 veces por semana, las llamadas promocionales de la inútil tarjeta extranjera: “con base en su gran historial crediticio y el buen manejo de su tarjeta, le ofrecemos la promoción fulana, el descuento mengano”. Empecé con los amables “no me interesa, muchas gracias” y terminé con gritos e imprecaciones. Nada sirvió. Siguieron llamando. Un día me armé de valor y le pregunté con toda cortesía a la señorita por qué se atrevían a llamar a mi domicilio a las 7:25 de la mañana para ofrecerme un seguro (fondeado en Bonos del Tesoro) contra las ponchaduras de mi coche, a pagar en 6 meses sin intereses. Respondió tajante: “Señor Nene [¡!], el sistema nos marca que usted trabaja fuera de casa y queremos asegurarnos de que se encuentre disponible cuando le llamemos”. Le respondí que no me interesaban sus ofertas, ni en ese momento ni después, le expliqué que la ley “me protegía” y que podía yo denunciarles por hacer publicidad forzada en mi casa, sin mi consentimiento. De nada sirvió.
Resignado, me fui entonces a TELMEX y pagué el cambio de la línea telefónica, con un cargo adicional para que el número de casa no apareciera en el directorio. Fue un enorme problema, un caos con familiares, amigos y con los asuntos de trabajo, por haber cambiado el número. Pero tuvimos una mayor sorpresa: a los quince días, los señores de la tarjetita inútil me estaban llamando de nuevo, ofreciéndome esta vez tratamientos de cirugía plástica (¿quién les habrá avisado a los canijos de mis apremiantes necesidades?), por supuesto, a 18 meses sin intereses; ¿qué mentecato les dio mi nuevo número?, no dudo que TELMEX. Como de nada valieron las medidas precautorias, la instrucción para todos en casa fue clara: no responder llamadas con códigos de Ciudad de México, lo que nos obliga a rechazar comunicaciones que seguramente habríamos querido, una suerte de auto censura absurda pero ni modo, era eso o seguir recibiendo anuncios de los de la tarjetita.

Si usted cree que las cosas terminaron ahí, carece de capacidad de asombro. Hace veinte días empezamos a recibir llamadas de unos gandules que se ostentan como representantes del “Despacho Jurídico Muñoz” y que ahora ni amables ni melosos como los de la tarjetita, con la peor agresión e infamia que usted imagine, reclaman a un señor G. H. M., vecino de la Calle Real... en Xalapa, que le pague lo que le debe al Banco Santander. Esta vez las llamadas empiezan de madrugada, antes de las seis, y no cesan hasta la media noche, casi siempre a gritos. He usado todos los medios para explicar que no conocemos al señor G. H. M., que la casa no está en la Calle Real, que en mala hora acabamos de cambiar el número telefónico y que Santander nunca nos ha prestado nada.
El “Despacho Muñoz” es una entidad amorfa que actúa cobardemente desde números privados, por supuesto no aparece en ningún directorio telefónico y en TELMEX no dan sus números, faltaba más. La presunta Ana Martínez (he de creer que es su verdadero nombre), la terrorista menos guarra y menos agresiva del “Despacho” me dice que “lo siente” pero que seguirán llamando, que en todo caso yo tengo que demostrar que no soy G. H. M. y que yo no le debo dinero al Santander. Ya fuimos a la sucursal del Banco, pusieron una notita en la computadora pero no sirvió de nada, nos siguen fregando la paciencia. También hablé al teléfono de cobranza de la sede central del Santander y me sugirieron que la próxima vez que llamen los pervertidos del “Despacho Jurídico Muñoz”, les sonsaque yo más datos por que en sus registros el señor G. H. M. como tal ¡no existe!
La culpa es de la economía monopólica que nos tiene indefensos, de la mugre tarjetita de crédito que me vendieron o es culpa mía, en realidad, por haberla comprado y escupir al Cielo... Con toda seguridad esos cobrones -se los he gritado muchas veces- son huérfanos. Los de la tarjetita, también.
antonionemi@gmail.com

Místicos y Terrenales

VeracruzTodo

• La desesperanza de Calderón
• En busca del absolutismo azul

Marco Antonio Aguirre Rodríguez

Felipe Calderón Hinojosa, como operador político máximo del PAN, que no como presidente de la República y por ende de todos los mexicanos, está desesperado por tomar el control absoluto de su partido y concretar las alianzas e imposiciones que prepara para el 2012 y quedarse con el poder en el país.
Su frase de “haiga sido como haiga sido” con la que justificó su triunfo en el 2006, refleja también su idea de cómo ganar la elección presidencial en el 2012.
Este objetivo pasa, paradójicamente, por su intento de quedarse con el triunfo en Veracruz, imponiendo a su candidato, Miguel Angel Yunes Linares, a quien se le busca investir de demócrata al son del reclamo de una elección que perdió. Y en la que fue derrotado no precisamente al ritmo del “haiga sido como haiga sido”, porque Yunes, pero sobre todo la Presidencia de la República, destinaron recursos millonarios para alzarse con las elecciones del 4 de julio.
Felipe Calderón ordenó que se instrumente la expulsión del PAN de Manuel Espino, el expresidente nacional de ese partido, por criticar las alianzas que hizo el blanquiazul con los grupos de izquierda antiobradoristas, y la imposición de Miguel Angel Yunes como candidato para la gubernatura de Veracruz.
La “Comisión de Orden” del Consejo Nacional del PAN, a través de Tarcisio Rodríguez, afín al Presidente Felipe Calderón, también quiere expulsar al todavía Gobernador de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso Femat y al ex Alcalde de Monterrey, Adalberto Madero, acusándolos igualmente de supuestas traiciones al PAN, que en realidad fueron actos en contra de las imposiciones calderonistas durante las pasadas elecciones estatales del 4 de julio.
La prisa es tanta que el secretario general del PAN, José González Morfín ya recopiló las “pruebas” que panistas ahora inmersos en la corriente del calderonismo de los estados de México, Durango y Veracruz aportaron contra Manuel Espino.
A Manuel Espino le quieren cobrar también las menciones que Vicente Fox hizo en contra de la candidatura de Miguel Ángel Yunes, que luego fueron desmentidas, al ser parte del grupo cercano al expresidente. Pero Manuel Espino en un desplegado apuntó que Felipe Calderón, siendo candidato a la Presidencia, pidió que no se incluyera a Yunes en la lista de aspirantes a legisladores federales por haber tenido un pasado de corrupción como funcionario priista y por haber difamado y maltratado a panistas.
A Manuel Espino el calderonismo lo volvió su principal contrincante desde el arribo al poder de Felipe Calderón, tanto que durante la selección de candidatos a diputados plurinominales en la pasada elección federal del 2009, le negaron un lugar en esa lista.
Al gobernador de Aguascalientes lo quieren expulsar porque también se mostró en contra de otra imposición de Calderón, la del candidato del PAN para la gubernatura de ese estado, Martín Orozco, acusado de malversación de fondos cuando fue alcalde de Aguascalientes (2004-2007), por la cual se le abrió un proceso penal, mismo que sustentó que en un principio el instituto electoral de ese estado le negase el registro.
Esa es otra muestra de que no todos los candidatos impulsados por el calderonismo tienen antecedentes claros.
Igualmente aquí hay prisa por llevar la expulsión, también de la mano ejecutora de José González Morfín, quien integra el expediente que se presentará en la próxima sesión ordinaria del Consejo Nacional del PAN, programada para agosto. La confrontación ahí llegó tan fuerte que incluso el dirigente nacional del PAN, César Nava, conminó al gobernador Luis Armando Reynoso, a decir de qué lado estaba.
Ese tipo de actitudes son las que los panistas (bueno, ahora expanistas) de Veracruz observaron y por eso decidieron dejar su militancia. Presentían por el conocimiento de formas de actuación política de Felipe Calderón y Miguel Angel Yunes, que llegaría el momento que los podrían poner frente a la picota.
Felipe Calderón, como operador político del PAN, como el gran místico que aspira a ser de ese partido, no aceptará que otras fuerzas quieran disputarle la posibilidad de imponer al candidato de ese partido a la Presidencia de la República, ni a los candidatos que correspondan a los demás cargos en disputa.
Felipe Calderón se está mostrando como el gran cacique del panismo que quiere ser. Como el absolutista que viene. Y ya está logrando acercarse a grupos de izquierda, con este fin.
En este contexto es probable que las expulsiones prosperen, porque Felipe Calderón ha hecho un trabajo de bisturí para quedarse con la mayoría de los consejeros nacionales del PAN. En los que corresponden a Veracruz, los que ahora están son afines a Miguel Angel Yunes, quien hizo una alianza con Julen Rementería para ganar esos lugares.
Así que la perspectiva de que Miguel Angel Yunes se apoderé del PAN estatal con el apoyo de la Presidencia de la República es real.
Los Miguel Angel Yunes, padre e hijo, se encaminan a convertirse en los grandes místicos del panismo veracruzano, con una presencia y un peso como el que nunca tuvieron en el PRI.

domingo, 25 de julio de 2010

Congreso de Veracruz Aprueba la Despenalización de los Delitos de Calumnia y Difamación


Sr. Gobernador. Lic. Fidel Herrera Beltrán, así como a los representantes del pueblo en la Cámara de Diputado Local, sin lugar a equivocarme, todos los del gremio les estaremos muy agradecidos, pero a la vez mayormente responsables en nuestros textos, lo único que faltó en esta modificación fue; No se debe tomar represalias a través de la ejecución de los reporteros y periodistas, nosotros solo cumplimos con los acontecimientos que trascendían por los hechos y conductas de los personajes públicos. Nosotros solo transcribimos la imagen y los hechos que ustedes mismos nos proporcionan.
Amigos y Colegas: no porque se haya aprobado los delitos de Calumnia y Difamación, no quiere decir que por tal motivo, se abuse de la libertad de expresión en la prensa.
Quiero hacer llegar algo que se suscribió en la Ciudad de México el día 19 de Agosto de 2009 y que la Asociación de Periodistas de México. División Veracruz, expondrá en su próxima reunión en la Ciudad de Tres Valles y a la letra dice así: Principios: La Garantía de la Libertad de Expresión:
1. La libertad de expresión comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección, así como por cualquier medio incluyendo las nuevas tecnologías. La libertad de expresión es un derecho humano fundamental y un componente indispensable de la convivencia pacífica y democrática.
2. Todos los habitantes tienen la misma oportunidad de ejercer el derecho a la libertad de expresión, así como la de buscar, obtener y recibir información sin restricciones.
3. Las sociedades y sus Estados están obligados a adoptar las medidas necesarias para que las personas con discapacidad puedan ejercer su libertad de expresión y su derecho a la información en igualdad de condiciones con los demás. Para ello se deberá facilitar la información en formato accesible y sin costo adicional, considerando las necesidades de los diferentes grupos y tipos de capacidad diferenciada.
4. Es deber de la sociedad y de sus Estados promover iniciativas legislativas, ejecutivas y judiciales que eliminen todas aquellas medidas o prácticas que favorezcan un uso discrecional y/o arbitrario de la publicidad oficial.
5. Se reconoce y alienta un rol activo de la sociedad civil en la promoción, defensa, reclamo y ampliación de la libertad de expresión como un valor que permite cohesionar a los habitantes en torno a valores democráticos sólidos y demandadles. Para tal efecto, la sociedad en su conjunto promoverá dicha libertad en su más amplio sentido y valor, y vigilará el cumplimiento de los gobiernos con tal garantía.